LONDRES, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
El mayor productor mundial de bebidas alcohólicas, la británica Diageo, invertirá 900 millones de dólares (615 millones de euros) en la creación de una nueva compañía al 50% con la familia Nolet, que ostentará los derechos globales en exclusiva de manera perpetua para la venta, comercialización y distribución de la marca de vodka Ketel One, por lo que abandona el proceso de subasta del fabricante sueco del vodka Absolut.
Los beneficios derivados de las operaciones de venta, marketing y distribución de la nueva sociedad, que estará domiciliada en Holanda, serán compartidos al 50%, indicaron ambas compañías.
Bajo los términos del acuerdo, la familia Nolet continuará siendo propietaria de los derechos sobre la marca Ketel One, mientras Diageo se convertirá en su distribuidor en exclusiva a nivel global. Además, la familia Nolet seguirá siendo propietaria de la destilería de Schiedam, donde se elabora la producción de la vodka Ketel One, y suministrará esta bebida con carácter exclusivo y a perpetuidad a la nueva sociedad creada por ambas partes.
En este sentido, si alguna de las dos partes decidiera vender su participación, la otra parte tendría el derecho preferente de adquirirla a un precio que deberá ser determinado. Asimismo, la familia Nolet cuenta con el derecho adicional de vender a Diageo su participación en la sociedad en el cuarto o quinto año tras el cierre de la transacción por 900 millones de dólares más intereses, aunque Diageo podría rechazar adquirirla mediante el pago de una indemnización de 100 millones de dólares.
De acuerdo con las previsiones de ambas compañías, la operación podría cerrarse el próximo 31 de marzo, a la espera de recibir las pertinentes autorizaciones por parte de los reguladores.
"Esta nueva sociedad representa una alianza única en la industria y tiene una importancia estratégica para Diageo y ofrece un fantástico potencial de crecimiento global en el segmento del vodka 'super-premium'", indicó Paul Walsh, consejero delegado de Diageo.
De este modo, la firma propietaria de marcas como Smirnoff, Baileys o Johnnie Walker, abandona su interés por participar en la privatización del fabricante del vodka Absolut, la empresa sueca Vin & Spirit, emprendida por el Gobierno sueco el pasado mes de diciembre y en la que hubiera tenido que hacer frente a otros colosos del sector como Fortune Brands o Pernod Ricard en una operación que podría rondar los 6.000 millones de dólares (4.100 millones de euros).
