Londres refuerza la seguridad al máximo en las 24 horas que durará la visita, en las que se prevén protestas de grupos pacifistas
LONDRES, 15 Jun. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán) -
El presidente de Estados Unidos, George Bush, se despidió hoy oficialmente de la Reina Isabel II en un encuentro en el Castillo de Windsor celebrado a su llegada al Reino Unido, en la que será la escala definitiva del viaje institucional de seis días a Europa antes de abandonar el poder a finales de año y que previamente lo había llevado por Eslovenia, Alemania, Italia y Francia.
Bush llegó junto a su esposa Laura al aeropuerto londinense de Heathrow en el avión presidencial, el 'Air Force One', a las 14.00 horas (una más en España), donde fue recibido por el embajador de su país en las islas británicas, Robert Tutle, antes de embarcarse en un helicóptero que lo trasladó hasta la residencia de la soberana, donde mantuvo un encuentro calificado de "informal" por la propia Casa Real.
El encuentro constituyó una breve sesión de té que no superó los 45 minutos en la que el mandatario aprovechó para dar las gracias a Isabel II por la relación mantenida en los ocho años de su mandato, que concluirá el próximo mes de noviembre con las elecciones en las que el republicano John McCain tratará de mantener el poder frente al candidato democráta Barack Obama. Así, es el primer presidente norteamericano en acudir a Windsor desde la visita de Ronald Reagan en 1982.
En este sentido, fuentes del Palacio de Buckingham subrayaron que la entrevista tenía un carácter "privado" entre "viejos amigos" y se enmarca en la normalidad de las audiencias que la Reina ofrece a los mandatarios extranjeros. No obstante, aludieron a las "cálidas relaciones" existentes entre ambos países, mientras que por parte de la Casa Blanca destacaron que se trató de una visita con un cariz "social".
No obstante, tanto Isabel II como el presidente se dejaron fotografiar acompañados por sus respectivos cónyuges en la galería de Saint George, donde despacharon un fugaz recorrido en el que la jefa de Estado británica explicó al mandatario parte de la decoración de la estancia, precedida por el duque de Edimburgo que hizo lo propio con la primera dama norteamericana.
SEGURIDAD
A continuación, el grupo se encaminó a otra área del castillo para concluir una reunión tras la que el presidente y su esposa se dirigieron hasta la residencia del embajador norteamericano en la que se hospedarán en su estancia en Londres, que debido a la visita institucional ha visto reforzada las medidas de seguridad para evitar incidentes en las apenas 24 horas que Bush pasará en total en las islas y que implicará la participación de unos 1.200 agentes de la Policía Metropolitana.
Así, el dispositivo orquestado llevó a las fuerzas del orden a lo largo de esta semana a acordonar numerosas áreas de la ciudad con motivo de la presencia de Bush, quien aparte viaja con su propio equipo, que incluye una caravana de automóviles tanto de avanzadilla como por detrás del vehículo que contará con vía libre para moverse, puesto que la circulación se cortará en función de los desplazamientos del presidente.
PROTESTAS
Con todo, su visita motivó ya la organización de protestas y un grupo de activistas de la plataforma 'Stop the War Coalition' se presentaron en Windsor con pancartas críticas con las operaciones militares de Washington y demandas acerca de la apertura de una investigación en torno a las actividades del Ejército estadounidense y está prevista la convocatoria de actos a mayores en distintos puntos de la capital.
No obstante, el resto de la agenda de Bush para la jornada de hoy en Londres tiene un carácter privado, ya que la pareja presidencial tiene previsto cenar con el primer ministro, Gordon Brown, y su esposa Sarah en el número 10 de Downing Street, antes de la reunión política que ambos dirigentes protagonizarán mañana con la estrategia de Irak como telón de fondo.
Además, Bush prevé reunirse con el ex mandatario Tony Blair, uno de sus principales aliados para la campaña emprendida en marzo de 2003 contra el régimen de Sadam Husein y con quien prevé analizar su evolución como enviado especial para Oriente Medio del Cuarteto de Madrid. Por último, realizará una visita a Irlanda del Norte para elogiar la pacificación certificada tras un año de Gobierno de unidad de unionistas y republicanos.
