LONDRES, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los equipos de rescate aúnan sus esfuerzos para tratar de salvar a una ballena que desde ayer merodea por el río Támesis, en el centro de la capital británica, congregando a centenares de curiosos que observaban las maniobras en los alrededores del Parlamento y el Big Ben.
Con la ayuda de barreras flotantes inflables y una grúa, el animal fue trasladado a una barcaza, que lo conducirá hacia el estuario del Támesis, donde será dejado en libertad. Sobre una balsa inflable que funciona a modo de 'colchón', la ballena estaba siendo constantemente mojada y monitoreada.
A bordo de la barcaza viajaba también un equipo de veterinarios, que examinaba si la ballena, de seis metros de largo y varias toneladas de peso, estaba en condiciones de sobrevivir al viaje de vuelta a alta mar. Según advirtieron los expertos, si el animal está demasiado débil, podría ser sacrificado.
La presencia del cetáceo en el Támesis atrajo la atención de muchos británicos. Desde el viernes, cientos de personas se acercan a los bancos del río para observar al inesperado visitante.
En la mañana de hoy, el ejemplar, de la variedad 'nariz de botella' o 'calderón', nadaba cerca de Albert Bridge, en Chelsea, a la altura del centro de Londres, lo que echó por tierra las esperanzas de los veterinarios, que esperaban que el cetáceo se moviera en dirección este, hacia el mar.
A medida que se acercaba la hora de máxima marea baja, a medio día, los expertos temían que el animal se quedara varado en las poco profundas riberas del río.
Cuando quedó finalmente embarrancado, con la ayuda de barreras flotantes el equipo de rescate pudo controlar al cetáceo y trasladarlo a una embarcación para transportarlo hasta el estuario del Támesis.
