Aclara que no persigue a ninguna religión, sino las "distorsiones" para justificar la violencia
LONDRES, 3 Jun. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Eva Martínez Millán) -
El Gobierno británico ha puesto en marcha un programa para identificar a las personas susceptibles de caer en la red del extremismo islámico y que ya han "cruzado la línea" en términos ideológicos y evitar su conversión a la violencia, en lo que supone una apuesta por la línea de la prevención integrada en el paquete de medidas de refuerzo de la seguridad diseñado por el Ministerio del Interior.
El objetivo de esta acción es acometer una "desradicalización masiva", en palabras del Ejecutivo, de aquellos que ya han sido captados pero todavía no han cometido ningún delito, por lo que sus potenciales destinatarios no afrontarán persecución criminal alguna, "a no ser que quede claro que han cometido un delito", según explica el documento distribuido hoy por el departamento de Interior.
No obstante, su puesta en marcha requerirá de la colaboración activa de las autoridades locales y se estudiarán procesos similares acometidos en otros países, así como en diversos ámbitos profesionales y experiencias piloto anteriores, ya que aunque serán necesarias "técnicas más especializadas" que las que se empleaban hasta ahora, una de las "claves" será el trabajo de identificación en las propias comunidades.
Al respecto, en Reino Unido existen antecedentes en administraciones públicas como la de Leicester, que ha identificado entre sus residentes a "individuos vulnerables" con quienes ha fomentado trabajos de valoración personal como fórmula prioritaria para apartarlos de la vía radical. Una modalidad recogida ahora por el Gobierno, que en su guía subraya su rechazo a tramitar "a través del sistema judicial los casos de aquellas personas vulnerables a (acercarse a) la violencia extremista o que ya hayan sido atraídos".
PERFIL DEL "VULNERABLE"
De esta forma, las autoridades locales recibirán un documento base en el que se incluye un perfil del potencial destinatario, descrito como una persona con implicación pasada en un atentado, o bien con un trauma anterior en un proceso de inmigración o asilo, aquellos sumidos en una crisis personal como consecuencia de una ruptura en la familia o una estancia en prisión o los que sufren frustración por desarrollar un trabajo inferior a sus aptitudes o a su educación.
Asimismo, aparecen factores como la falta de confianza en las estructuras políticas de Reino Unido a la hora de defender intereses personales, así como los casos de quienes se hubiesen integrado en una creencia religiosa determinada para escapar de un pasado criminal o la empleen para justificar actividades delictivas.
MAPA
Además, por primera vez, el Gobierno reconoce su intención de trazar un plano del país que refleje las bases religiosas de la población, con el objetivo de conocer de forma más exacta dónde tiene lugar la radicalización. Así, aunque el documento reconoce las amenazas de otros grupos como los de extrema derecha, subraya que los más peligrosos son los que "distorsionan" el Corán para justificar la violencia.
No obstante, aclara que no persigue cambios en ninguna doctrina religiosa, pero que "donde la teología es claramente alterada para justificar la violencia extremista y amenaza tanto a musulmanes como a no musulmanes, el Gobierno debe reforzar el entendimiento de la fe y, de este modo, construir una resistencia" contra las actividades de algunas organizaciones, entre las que cita explícitamente a Al Qaeda.
Además, el plan contará con una partida adicional de unos 162.000 euros para la "estrategia de prevención" de la radicalización en las comunidades, que se sumarán a los 520.000 ya invertidos después de que en torno a 200 proyectos de 70 autoridades locales hubiesen recibido una subvención del Estado.
