LONDRES, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior británico, Alan Johnson, ha ordenado la puesta en libertad de uno de los presuntos terroristas más peligrosos del país, que se encontraba bajo arresto domiciliario, para no tener que revelar pruebas secretas contra él, según informa hoy el diario 'The Times'.
El hombre, conocido sólo como AF y que tiene doble nacionalidad británica y libia, era objeto de una controvertida "orden de control" desde 2006 por su presunta relación con terroristas islamistas, si bien nunca ha sido acusado formalmente ni tampoco se han dado a conocer las pruebas que respaldaban esta acusación.
La orden de control, según el diario, fue revocada la semana pasada, por lo que se procedió a retirarle la pulsera electrónica que portaba y actualmente es un hombre libre, a pesar de que el Gobierno afirma que sigue siendo una amenaza.
AF era uno de los tres presuntos terroristas que ganó una importante sentencia de los 'law lords' (máxima instancia judicial) el pasado mes de julio que decretaba ilegal su régimen de orden de control. Esta sentencia allanó el camino para que hasta 20 hombres hayan contestado su detención bajo este régimen.
En una carta enviada a finales del mes pasado al abogado del detenido, el ministro del Interior indicó que iba a revocar la orden de control bajo la que ha estado AF durante tres años, si bien no dio ninguna razón.
Según el 'Times', en su caso, como en otros, el Ejecutivo se enfrenta al problema de revelar pruebas secretas basadas en la información de Inteligencia, con el riesgo que eso plantea para las fuentes o métodos empleados para obtenerlas, o simplemente ponerles en libertad.
AF, nacido en 1981 en Derby e hijo de padre libio y madre inglesa, vive en un piso a las afueras de Manchester, donde permanecía confinado hasta ahora hasta 16 horas al día. Ahora, uno de sus abogados, Carl Richmond, indicó que su equipo legal intentará que la orden de control sea retirada formalmente por un tribunal.
