LONDRES, 6 May. (EP/AP) -
Representantes de Nacionalistas Escoceses y el Partido Laborista se reunieron hoy domingo para discutir la mejor posibilidad de forjar una administración eficiente en el recién elegido Parlamento escocés.
Los nacionalistas escoceses derrotaron a los Laboristas por un escaso margen --47 a 46 escaños-- en un resultado sin precedentes para un partido comprometido con la escisión de Escocia respecto de Reino Unido.
Sin embargo, los nacionalistas carecen del apoyo de los grandes partido para cumplir su principal promesa: un referéndum a realizar en 2010 para resolver la independencia de Escocia.
El "primer ministro" saliente de Escocia, gobernada hasta el momento por la coalición laborista-liberal demócrata, Jack McConnell, afirmó que esta victoria nacionalista implica "que son ellos los que tienen que mover ficha primero".
"Sin embargo", matizó McConnell, "si los nacionalistas sin incapaces de anteponer los intereses de Escocia en la formación de un Gobierno, entonces el partido Laborista y yo tomaremos decisiones en interés de Escocia", en declaraciones recogidas por Radio Escocia.
Por su parte, la vicepresidente de los Nacionalistas Escoceses, Nicola Sturgeon, acusó a McConnell de vivir "en un estado de negación" y recalcó que "los laboristas perdieron las elecciones, y lo mejor para los intereses de Escocia sería que aceptaran el resultado con elegancia, y aceptaran que el pueblo escocés ha votado un nuevo Gobierno".
