Refuerza el sistema de puntos por el que exigirá que se domine el inglés y se tenga una oferta laboral antes de pedir un visado
LONDRES, 6 May. (EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán) -
El Gobierno británico presentó hoy una batería de propuestas con las que pretende recortar drásticamente la entrada de extranjeros procedentes de fuera de la Unión Europea (UE) a partir de la concesión exclusiva de permisos a personas cualificadas o a trabajadores que resuelvan las necesidades laborales del país que no puedan ser cubiertas por los ciudadanos de las islas.
Se trata de un paso más en el sistema de tasación de puntos para inmigrantes (PBS, siglas de Points Based System) anunciado hace dos años ante la constatación del Ministerio del Interior de que en Reino Unido "no hay necesidad de empleados sin cualificación que no pertenezcan al área" de los Veintisiete más Noruega, Islandia y Liechtestein. Este sistema llevará a aquellos que aspiren a un contrato en las islas a pasar por "estrictos" criterios, entre los que figurará contar con una oferta de trabajo antes de solicitar el visado.
El departamento de Inmigración y Fronteras ha sido el encargado de dar forma a este nuevo modelo basado en dos proyectos conocidos como escalón 2 y 5, que vienen a desactivar en torno a unas 30 fórmulas diferentes que existían hasta ahora para conseguir la autorización para entrar en Reino Unido y entre las que se encontraba el antiguo sistema del permiso de trabajo.
Así, el nuevo sistema basado en los puntos, que entra en vigor por fases a partir de este año y que comenzó en febrero con las primeras regulaciones para los trabajadores de alta cualificación, tiene en cuenta la formación, el salario anterior y la edad como factores principales para asegurar que sólo aquellos con el nivel estipulado superan los requisitos para entrar en el país, de modo que a mayor cualificación, más puntos se obtienen y aumentan sus posibilidades de entrar en el país.
En este sentido, las previsiones del Gobierno también afectarán a la propia política de las empresas, que tendrán que probar la imposibilidad de cubrir puestos cualificados con trabajadores nacionales y demostrar que han publicitado la vacante en el país. Paralelamente, los potenciales inmigrantes necesitarán tener garantizado el contrato antes de pedir la entrada en el país, excepto cuando el trabajo al que aspiren se encuentre en la lista de los de difícil cobertura con ciudadanos nacionales.
PUNTOS
En consecuencia, para cumplir los requisitos necesarios, los extranjeros deberán superar un número determinado de puntos que sólo recibirán una vez quede garantizado que desarrollarán un empleo cualificado, que gozan de un buen dominio del inglés y que prevén ganar más de 31.000 euros o que tienen una mínima formación. Por su parte, los empleadores estarán obligados a contar con una licencia de la Agencia de Fronteras para ofrecer empleos cualificados.
Estas medidas se integran en el objetivo del Gobierno de hacer de la gestión de las políticas migratorias una cuestión "nacional", en un contexto en que, según el Ministerio del Interior, el balance "correcto" deberá combinar el control de las necesidades de mano de obra de Reino Unido con las aspiraciones de las compañías del país de dar de alta a personal cualificado de fuera de las fronteras nacionales.
En este sentido, las estimaciones del departamento sitúan en un 10 por ciento el recorte de inmigrantes ajenos al paraguas de los Veintisiete que habrían entrado en el último año en las islas de haber estado en vigor la nuevas actuaciones anunciadas hoy. Además, confirmó que, en adelante, el permiso para aquellos de baja cualificación de fuera de la Unión Europea será paulatinamente vetado.
Así, bajo el modelo de puntos, sólo aquellos con la formación que Reino Unido "necesita" podrán adquirir la autorización para trabajar o estudiar, según explicó el titular de Fronteras e Inmigración, Liam Byrne: "El nuevo sistema significa que los solicitantes de empleo británicos superarán el primer corte y sólo los inmigrantes cualificados que realmente necesitamos podrán venir".
NECESIDADES DEL PAÍS
El propósito de esta regulación es "asegurar" que el número de personas que entran "están en línea con las necesidades del negocio y del país en su conjunto", para lo que el Gobierno contará con el asesoramiento de órganos especializados como el Comité Asesor de Inmigración, que se encargará de supervisar las circunstancias económicas, o el Foro del Impacto de la Inmigración, que evaluará los efectos sobre la sociedad.
Hasta ahora, el Ministerio del Interior había avanzado diversas categorías en las que se clasificaría al contingente extranjero. Entre los considerados como "altamente cualificados" están los jóvenes licenciados, que pueden trabajar en Reino Unido si en sus países de origen ganaban un salario equivalente a los 52.000 euros.
Además, las personas relacionadas con el mundo del espectáculo, las artes o el deporte con estancias previstas para contratos de corta duración no precisarán someterse al sistema de puntos, si bien deberán contar con un visado de visitante que el Ejecutivo detallará en un futuro. "El trabajo ilegal es la raíz de la inmigración ilegal y por eso estoy decidido a acabar con él", declaró Liam Byrne.
