LONDRES, 7 Dic. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Marta Altuna) -
El ex espía ruso Alexander Litvinenko, que murió envenenado por Polonio 210 el pasado 23 de noviembre, será enterrado hoy en Londres en una ceremonia privada a la que se espera que asista su esposa, el resto de sus familiares y sus amigos. La ceremonia tendrá lugar en la mezquita de Regent Park de Londres ya que Litvinenko se había convertido al Islam poco antes de morir, mientras que el entierro será en un cementerio del norte de la capital británica.
El cadáver del ex espía ha sido colocado en un ataud especial, cerrado herméticamente para evitar cualquier peligro porque su cuerpo desprende todavía radiaciones. Se conocen pocos detalles de su entierro debido a que se espera que acudan sus amistades, algunos de ellos exiliados rusos, y se cree que pueden llegar a tener miedo y quieren evitar ser identificados, por temor a que pueda haber represalias contra ellos.
Mientras se está preparando el entierro de Litvinenko, la Policía sigue investigando su muerte, una muerte que está ya tratándose ahora oficialmente como un asesinato. Varios miembros de Scotland Yard se encuentran en Moscú para entrevistarse con algunos de los testigos, como Andrei Lugovoi, que se reunió con Litvinenko en un hotel de Londres el 1 de noviembre, el día en el que se cree que fue envenenado.
Lugovoi visitó la Embajada británica en Moscú para negar su implicación en su envenenamiento. La Embajada dio positivo por haberse encontrado en ella restos de sustancias radioactivas, pero las autoridades británicas afirman que suponen un riesgo muy pequeño para la salud.
Moscú ha asegurado que colaborará con la investigación e incluso el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, ha indicado que esta investigación no está dañando las relaciones entre Rusia y Reino Unido. No obstante, el fiscal general ruso ha pintado un panorama bien distinto y ha dicho que en caso de que haya algún sospechoso, ningún ciudadano ruso será extraditado a Reino Unido.
