Actualizado: martes, 14 febrero 2012 23:59


MOSCÚ, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha criticado este martes a la "comunidad internacional" por tratar de "convencer" a la oposición siria para que no dialogue con el Gobierno de Bashar al Assad, lo que le hace en parte responsable de la situación de violencia que se vive en el país.

"La comunidad internacional ha desplegado intensos esfuerzos para convencer a la oposición siria de que rechace cualquier contacto con las autoridades", ha dicho Lavrov, que no ha concretado ningún país, durante una visita a Países Bajos.

En este sentido, el jefe de la diplomacia rusa ha apostado por abrir un "diálogo nacional" en Siria, para lo cual Occidente y la Liga Árabe deben tratar de que la oposición se siente a la mesa de negociaciones, según informa la agencia de noticias RIA Novosti.

Lavrov ha lamentado que la disidencia no quiera dialogar ahora que Damasco sí ha aceptado, por mediación rusa. El ministro de Exteriores teme que este veto a las conversaciones oculte un intento de "acumular pruebas comprometedoras" que puedan "justificar" una intervención como la de Libia.

Rusia vetó, junto con China, la última resolución planteada en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre Siria. El Gobierno ruso ha justificado su bloqueo en la necesidad de repartir las culpas por la violencia entre el régimen y la oposición sirios, así como en la conveniencia de descartar por completo una acción desde el exterior.

Lavrov ha insistido este martes en que "hay que comenzar por comprender quién dirige a los extremistas que luchan contra el Gobierno" de Al Assad. Damasco siempre ha alegado que tras los movimientos opositores, a los que define como "grupos terroristas", se encuentran intereses de países extranjeros.

"La idea de crear un grupo de amigos de Siria invitando a la oposición y no invitando al régimen de Damasco significa que la supuesta comunidad internacional apoya a una de las partes en conflicto", ha apostillado el ministro ruso.

CUESTIONA A LA ONU

El Ministerio de Exteriores de Rusia también ha puesto en duda a través de un comunicado la "posición imparcial" que dice mantener sobre Siria la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, que ayer habló ante la Asamblea General y criticó abiertamente al régimen sirio.

Para Moscú, "las fuentes de información de Pillay suscitan dudas", lo que ha enmarcado dentro de "los numerosos intentos de presentar la situación en Siria de forma unilateral, de desacreditar al Gobierno del país y de guardar silencio ante las acciones ilegales de la oposición armada".

El Gobierno ruso ha sugerido que se tengan en cuenta las conclusiones de la misión de observadores de la Liga Árabe. Frente a estas conclusiones, "bastante equilibradas" a juicio de Moscú, Pillay se habría excedido en sus competencias al acusar a las autoridades sirias de posibles crímenes contra la humanidad.

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