MADRID, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Boeing 737 de la compañía Aeroflot Nord accidentado junto a la localidad siberiana de Perm, donde pretendía aterrizar, pudo estrellarse debido a un incendio en uno de sus motores, según informó hoy el diario ruso 'Russia Today'.
El impacto, en el que fallecieron 88 personas --82 pasajeros y seis miembros de la tripulación--, se produjo en campo abierto, junto a una zona residencial de la localidad. Sin embargo, se ha informado de que el avión explotó antes de tocar tierra, por lo que la hipótesis más probable de las que en estos momentos manejan las autoridades rusas es la de que la aeronave sufrió un incendio en uno de sus motores.
Los operarios de emergencia aseguraron que no hay supervivientes y que hay siete menores, incluido un bebé, entre los fallecidos. Los restos del avión han quedado esparcidos por cuatro kilómetros a la redonda y las llamas provocadas por los desperdicios ya han sido extinguidas.
En estos momentos, hay más de 300 trabajadores de rescate trabajando en el lugar de los hechos, donde los servicios de emergencia confirmaron que no hay víctimas ni heridos en tierra, es decir, al margen de los ocupantes del avión.
Se ha suspendido parcialmente el servicio del tren transiberiano, ya que las vías pasan bastante cerca del lugar donde colisionó el avión.
La compañía Aeroflot Nord es subsidiaria de las aerolíneas Aeroflot, las mayores del país. Esta compañía es la que tiene el índice más bajo de accidentes de Rusia, siendo su último accidente de un avión de pasajeros en 1994. Con sede en el aeropuerto internacional moscovita de Sheremetyevo, la empresa opera servicios domésticos e internacionales en vuelos de pasajeros a 96 ciudades de 49 países.
