MOSCÚ, 26 Jul. (Reuters/EP) -
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha advertido este jueves de que la presión sobre el presidente sirio, Bashar al Assad, para que dimita están bloqueando los esfuerzos para poner fin al conflicto que nació en Siria hace 16 meses.
Lavrov ha dicho que este tipo de llamamientos --efectuadas por Estados Unidos, varios gobiernos europeos y árabes y Turquía-- avivó la violencia, y ha reiterado la posición de Moscú según la cual el apoyo a los grupos rebeldes sirios equivale a apoyar el terrorismo.
"Proponemos cosas que permitirían un alto el fuego inmediato, pero la otra parte dice: 'No, o el régimen capitula o vamos a seguir apoyando la lucha armada de la oposición', con lo que justifica actos terroristas", ha subrayado. "Mientras este respaldo continúe, ¿de qué tipo de acción humanitaria podemos hablar?, incluyendo las iniciativas de aquellos que no permitirán que se apague este fuego sino que lo están avivando", ha agregado en Moscú en una sesión conjunta con el ministro de Exteriores serbio, Vuk Jeremic.
Rusia, aliado de Siria, se ha enfrentado junto con China a las críticas vehementes de los Estados de Occidente por vetar resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas destinadas a aumentar la presión sobre Al Assad, para poner fin a la violencia desatada por una ofensiva gubernamental contra manifestantes que exigen democracia.
Este miércoles, Moscú acusó a Estados Unidos de tratar de justificar el terrorismo contra el Gobierno sirio. El Kremlin acusa a los países de Occidente de fortalecer a los opositores sirios y es partidario de presionar a los rebeldes para detener la violencia, pues advierte de que algunas de esas fuerzas que se enfrentan al Gobierno están compuestas por milicianos extremistas.
Rusia, que utiliza una instalación naval en Siria, dice que su rechazo a las sanciones no es impulsado por el apoyo a Al Assad sino por la convicción de que los sirios deben decidir su propio destino y por su oposición a una intervención militar.
