MOSCÚ, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
Rusia podría estar poniendo trabas legales para impedir que salga en libertad el antiguo propietario de la malograda petrolera Yukos, Mijail Jodorkovsky, que lleva cuatro años en un penal de Siberia, según denunciaron hoy sus portavoces en un comunicado.
Según explica la nota, las autoridades rusas le han impuesto un castigo para evitar que salga el libertad por haber infringido supuestamente el reglamento penitenciario. Concretamente se le acusa de no ponerse las manos en la espalda cuando regresaba del paseo en la prisión.
Mijail Jodorjovsky debería salir en libertad como le correspondía al haber cumplido la mitad de los ocho años de cárcel a que fue condenado por un tribunal de Moscú, denuncian estas fuentes.
"El expresidente de Yukos cumple condena en un penal de Siberia, cerca de la frontera china, en un ambiente insalubre cercano a una planta química", agrega la nota, que asegura que pretenden quitarle los beneficios penitenciarios por buena conducta por la acumulación de cuatro sanciones por incumplimiento del reglamento, tres de las cuales fueron anuladas con posterioridad.
Ante esta situación, Robert Amsterdam, el abogado canadiense que dirige la defensa internacional del ex presidente de Yukos, subrayó que Rusia está violando los derechos de Jodorjovsky.
"El cuarto aniversario de la permanencia de mi cliente en prisión obliga a reflexionar sobre el deterioro de los derechos humanos y del estado de derecho en Rusia", explica el abogado.
UN PROCESO OSCURO
Los portavoces del ex magnate ruso subrayan que desde su detención y encarcelamiento "todo el proceso ha estado envuelto bajo la sombra de la sospecha de persecución política", lo que "ha generado una corriente de críticas dirigidas al Kremlin y al presidente Putin por parte de instancias parlamentarias y políticas de Europa y los Estados Unidos y de ONGs de derechos humanos".
La petrolera Yukos entró en bancarrota tras ser encarcelado su presidente, Mijail Jodorkovsky, por una supuesta evasión de impuestos que llevó al Gobierno ruso a subastar de manera poco transparente varios activos de la compañía, entre ellos su unidad de producción más importante, Yuganskneftegaz, que cayó bajo en control de la petrolera estatal Rosneft.
Desde numerosos sectores siempre se ha defendido que la intención del Kremlin era acabar con las pretensiones políticas de Jodorkovsky, y enmarcaron la bancarrota de Yukos en la estrategia del Gobierno ruso de recuperar el dominio estatal de sus activos energéticos.
