MADRID, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno español no tomará partido a favor o en contra del contenido de la propuesta de autonomía que anunciará Marruecos el próximo mes de abril para el territorio del Sáhara, según informaron fuentes gubernamentales a Europa Press.
En línea con su posición de ayudar a las partes del conflicto a encontrar una solución consensuada, justa, definitiva y acorde con la legalidad internacional, el Ejecutivo socialista no valorará el contenido en sí de la propuesta, sino que animará a las partes a negociar un horizonte político al proceso ya que el status quo actual es "insostenible".
Por ello, el objetivo español es facilitar los contactos y que marroquíes y saharauis se pongan de acuerdo "lo antes posible" en una solución al conflicto. España constata que el problema central del contencioso es que las dos partes valoran de forma diferente lo que es el derecho de autodeterminación. "Nosotros, en ningún caso, vamos a decir cómo tiene que ser el derecho de autodeterminación. No es nuestro papel", indicaron.
Marruecos apunta, por un lado, que la independencia del Sáhara no es una opción y estudia diferentes modalidades de consulta para su proyecto de autonomía. Frente a ello, el Polisario no acepta ni siquiera una amplia autonomía del territorio y advierte de que ya dio el paso de asumir un referéndum de autodeterminación en el Sáhara que podría perder en última instancia.
En cualquier caso, España ve "clarificador y positivo" que Marruecos vaya a explicar, por primera vez, los detalles de una propuesta de autonomía y, por tanto, el alcance de la misma. "Queremos que lleguen a un acuerdo (sobre el contencioso) y, a la espera de ello, queremos que la concreción de la oferta marroquí sea positiva" para lograr este objetivo, concluyeron las citadas fuentes.
El Ejecutivo socialista indicó, por otro lado, en una respuesta parlamentaria a la que ha tenido acceso Europa Press que ha asumido desde el primer momento un "compromiso activo y responsable" para ayudar de forma constructiva a la búsqueda de una solución política, pese a que los incidentes del pasado año en las ciudades saharauis "han enrarecido el clima político regional".
"El Gobierno tiene la convicción de que es urgente dar un impulso al proceso y proporcionarle un horizonte político para estimular la voluntad de las partes. Estamos decididos a continuar nuestros esfuerzos desde el plano bilateral y en el marco de Naciones Unidas, impulsando las iniciativas que emanen de esta organización, cuyo papel ha de reforzarse", se subrayó en el texto.
A su juicio, Marruecos y Argelia deberían "profundizar las medidas de acercamiento bilateral, coadyuvar a la distensión y redoblar sus esfuerzos para profundizar la Unión del Magreb Árabe", en aras de un futuro entendimiento en torno a la cuestión del Sáhara.
