MADRID, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, reafirmó hoy en un discurso la postura de Francia en varios de los principales conflictos internacionales, pero dejó entrever ciertos cambios en cuestiones como la de Afganistán, donde el contingente francés será incrementado, o el ingreso de Turquía en la UE. Sarkozy aseguró que no se opondrá a la apertura de nuevas negociaciones sobre la relación de la UE con Turquía, aunque volvió a considerar un tratado de asociación como una de las fórmulas posibles. El dirigente realizó un profundo repaso de la política exterior francesa en un discurso pronunciado ante los embajadores de París en todo el mundo.
Una de las iniciativas más novedosas es el anuncio de un incremento de los "instructores franceses del Ejército afgano" y de la ayuda para reconstrucción. Más tarde, el Ministerio de Defensa francés explicó que serían enviados 150 instructores en tres grupos para finales de año. Estos militares se integrarán en un programa de adiestramiento del Ejército afgano de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de Afganistán. En estos momentos, Francia tiene unos mil militares desplegados en el país.
"He decidido reforzar la presencia de nuestros instructores en el Ejército afgano ya que es éste quien debe, en primer lugar, combatir y derrotar a los talibán", explicó.
Con respecto a Turquía también ha sido notable la variación de la postura de Sarkozy. El líder de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) hizo de la oposición al ingreso de Turquía en la UE una de sus banderas electorales y sin embargo ahora asegura que "Francia no se opondrá a nuevas negociaciones entre la UE y Turquía".
En cualquier caso, Sarkozy indicó que los nuevos "capítulos" de la negociación deberían ser "compatibles con las dos versiones posibles de la futura relación entre ambas partes: el ingreso (como miembro) y una asociación lo más estrecha posible sin pertenencia a la UE".
El presidente francés también tuvo palabras para Estados Unidos, país al que consideró "amigo", al igual que a Israel. Sin embargo, Sarkozy reprochó a Washington no haber podido "resistirse a la tentación del recurso unilateral a la fuerza" y "desgraciadamente, no ha demostrado con respecto a la defensa del medio ambiente ese liderazgo que reivindica en otros ámbitos".
Para Sarkozy, "aliados no quiere decir alineados", por lo que se siente "absolutamente libre de expresar tanto los acuerdos como los desacuerdos, sin complacencia ni tabúes".
Rusia también fue objeto de las críticas del presidente francés porque este país "impone su vuelta al escenario mundial empleando con brutalidad sus activos, sobre todo los petroleros y gasísticos" y a China que vive "el más impresionante renacimiento de la historia de la Humanidad" reprochó que "transforma su búsqueda insaciable de materias primas en estrategia de control, en particular en África".
En consecuencia, el presidente galo habló de la UE como "polo de equilibrio necesario" y abogó por que la Conferencia Técnica Intergubernamental termine de transcribir a un formato jurídico antes de octubre el acuerdo político alcanzado en junio para la aprobación de un Tratado Simplificado para la Unión Europea que permita que éste sea aprobado en el Consejo Europeo de octubre y que pueda entrar en vigor antes de las elecciones europeas de la primavera de 2009.
Apostó también por que los Veintisiete aprueben la creación de un "Comité de Sabios" formado por diez o doce personalidades que reflexionen sobre "una cuestión simple pero esencial: ¿Qué Europa queremos para 2020-2030 y con qué objetivos?".
UE Y SEGURIDAD
Sarkozy hizo referencia a la presidencia de turno de la UE, que corresponde a Francia en el segundo trimestre de 2008, y prometió que él mismo o el primer ministro francés visitarán cada una de las capitales europeas antes del 1 de julio del año próximo. "Tendremos prioridades que proponerles para hacer progresar Europa en los ámbitos clave de inmigración, energía y medio ambiente", dijo.
También se refirió a la política de Defensa de la UE, e incidió en la complementariedad entre las herramientas de defensa de la Unión y la OTAN. En cualquier caso, insistió en la necesidad de "una visión común de las amenazas que pesan sobre nosotros y de las respuestas" adecuadas y abogó por la elaboración de una nueva "estrategia europea de seguridad, continuación de la adoptada en 2003 bajo los auspicios de Javier Solana" que podría ser aprobada durante presidencia francesa.
La UE, indicó Sarkozy, "debe afirmarse progresivamente como un protagonista de primera fila de la paz y la seguridad en el mundo, en cooperación con las Naciones Unidas, la Alianza Atlántica y la Unión Africana".
Así, propuso la creación de una "Unión del Mediterráneo". "No se trata de ignorar lo que ya se ha conseguido: el proceso de Barcelona, 5+5 o el Foro Mediterráneo. Se trata, al contrario, de ir más allá" con "solidaridades concretas". Así, apostó por desarrollar los vínculos entre ambas orillas del Mediterráneo en torno a los ejes de medioambiente y desarrollo sostenible, diálogo de las culturas, crecimiento económico y desarrollo social y seguridad.
CONFLICTO ENTRE ISLAM Y OCCIDENTE
El discurso de Sarkozy estuvo plagado de referencias al conflicto entre Occidente y el Islam y sobre cómo detenerlo. Así, propuso "ayudar a los países musulmanes (en su desarrollo) dándoles acceso a la energía del futuro: la electricidad nuclear con la plena cooperación de los países que ya controlan esta energía" aunque, matizó, "cumpliendo con los tratados" vigentes.
Con respecto a Oriente Próximo, Sarkozy abogó por reforzar la Autoridad Palestina presidida por el moderado Mahmud Abbas. Además, el presidente francés afirmó que es "indispensable reactivar sin demora una auténtica dinámica de paz".
"Tenemos el sentimiento desesperante de que la paz no progresa", por lo que "Francia apoyará cualquier iniciativa útil (...) partiendo de la convicción de que cualquier paz se negociará en primer lugar entre israelíes y palestinos".
Además, advirtió de que el establecimiento de un "Hamastán" en la Franja de Gaza podría ser el primer paso de la toma del control en todos los Territorios Palestinos por parte de los islamistas radicales". "No podemos asumir esta perspectiva. Francia no la puede asumir", sentenció.
Sarkozy también se refirió a Irán, contencioso que enmarcó en dos premisas: "Un Irán dotado de armas nucleares es para mi inaceptable y Francia apoya firmemente la postura actual que combina sanciones crecientes y apertura si Irán opta por respetar sus obligaciones". Para el presidente francés la resolución del contencioso de Corea del Norte y la renuncia de Libia a las armas de destrucción masiva "pone de manifiesto (...) que existe un camino a poco que haya voluntad".
"El pueblo iraní, que es un gran pueblo que merece respeto, no aspira ni al aislamiento ni a la confrontación", por lo que "Francia no ahorrará ningún esfuerzo para convencer a Irán de que tendría mucho que ganar comprometiéndose en una negociación seria".
