El presidente francés considera que el lanzamiento de esta iniciativa "es un sueño hecho realidad"
PARIS, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, elogió la "valentía" y la "gran altura de miras" del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por apoyar la Unión por el Mediterráneo pese a que podría haberse opuesto y haber exigido la continuidad sin cambios del Proceso de Barcelona.
Sarkozy calificó de "éxito" la cumbre fundacional de la Unión por el Mediterráneo por la presencia de todos los líderes árabes en una misma mesa junto con el primer ministro israelí, por el acuerdo unánime sobre la declaración final, por la ausencia de incidentes y por el compromiso alcanzado para lanzar seis proyectos concretos. "Es un sueño hecho realidad", dijo al término de la reunión, que duró cuatro horas.
Sarkozy destacó que Zapatero había expresado su compromiso total con la Unión por el Mediterráneo porque "va a ir más lejos de Barcelona" en lugar de frenar esta iniciativa para que el Proceso de Barcelona se mantuviera sin condiciones. "¡Es formidable!", exclamó. También elogió el papel de la canciller alemana, Ángela Merkel, porque pese a sus dudas iniciales sobre la necesidad del proyecto había actuado como "una socia y una amiga decisiva".
El presidente francés explicó que las dos principales novedades de la Unión por el Mediterráneo son "la voluntad de igualdad entre el norte y el sur" y la puesta en marcha de proyectos concretos: descontaminación del Mediterráneo, un plan de energía solar, la iniciativa greco-egipcia para lanzar las autopistas del mar, protección civil en el Mediterráneo, la sugerencia eslovena de crear una Universidad mediterránea y la propuesta italo-española para crear una Agencia de apoyo a las Pymes.
Estos proyectos se financiarán con fondos europeos y con la contribución del Banco Europeo de Inversiones, de los Estados euromediterráneos, de países terceros y de la iniciativa privada. Sarkozy aseguró que "no es el dinero lo que falta" para poner en marcha estas iniciativas sino la paz, la seguridad y la confianza.
Además, se crean nuevas estructuras institucionales: una copresidencia, que ahora ocupan Francia y Egipto; cumbres de jefes de Estado y de Gobierno cada dos años y reuniones anuales de ministros de Asuntos Exteriores; y un secretariado cuya sede, composición y financiación se decidirá en la reunión de jefes de la diplomacia euromediterránea que se celebrará en noviembre en Marsella. Las candidatas son Barcelona, Malta, Túnez y Marruecos.
