ONG denuncia un juicio con "enormes carencias procesales", incluidas supuestas amenazas a testigos
MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
La sentencia del juicio celebrado el miércoles contra el disidente cubano José Daniel Ferrer, acusado de delitos de lesiones y privación de libertad, se conocerá el próximo 12 de marzo, según una activista presente en la vista, en la que la Fiscalía pidió una pena de nueve años contra el líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
El juicio contra Ferrer se desarrolló en una única jornada de más de trece horas que transcurrió a puerta cerrada, con la sola presencia de un periodista. Incluso a "diplomáticos que intentaron entrar en la sala" se les negó el acceso y "personas que quisieron asistir fueron detenidas antes", ha indicado la ONG.
Ferrer y los otros tres acusados --Fernando González Vaillant, José Pupo Chaveco y Roilán Zárraga-- fueron detenidos el 1 de octubre de 2019 en su casa de Santiago de Cuba, situada en el mismo edificio donde está el cuartel general de la UNPACU, por supuestamente secuestrar a un hombre durante horas y propinarle una paliza.
Según la información a la que ha tenido acceso Cuban Prisoners Defenders de las personas presentes, Sergio García, "la presunta víctima, testificó que el día 20 de septiembre de 2019 se le agredió fuertemente por parte de los cuatro acusados, que se le dejó en muy mal estado y se le tuvo toda la noche atado" hasta que "logró zafarse al día siguiente".
El policía instructor del caso --en Cuba la instrucción recae en la Policía-- declaró que García sufrió "traumatismo torácico abdominal, un hematoma en la parte superior del riñón derecho y una fractura costal".
Los acusados han hecho un relato distinto al de García y coincidente entre ellos, "a pesar de estar incomunicados". De acuerdo con los imputados, el denunciante llegó ebrio a la sede de la UNPACU y se mostró "violento e irrespetuoso", por lo que se generó una discusión en la que éste llegó a coger un cuchillo. Una vez calmado, Zárraga lo llevó a una cama y le ató las manos hasta que se quedó dormido, tras lo cual lo desató.
"Al día siguiente, Sergio salió avergonzado y en buen estado. Se le pidió que no volviera, que los hechos habían sido graves. No le volvieron a ver", ha relatado Cuban Prisoners Defenders.
La ONG ha denunciado "enormes carencias procesales", destacando que la acusación tuvo desde el 1 de octubre hasta el día del juicio para prepararse mientras que "la defensa fue nombrada apenas nueve días laborables antes del juicio" y solo se reunió con los imputados y sus familias un día.
A este respecto, la organización no gubernamental ha subrayado que "los abogados defensores dependen enteramente del Ministerio de Justicia y son tan parte como lo es la Fiscalía".
Además, ha asegurado que "la mayoría de los testigos y acusados han sido sometidos a torturas y/o coacción para testificar en el sentido de inculpar falsamente" a Ferrer y los demás procesados.
A ello se suma que no se ha aceptado "una (prueba) testifical clave", en alusión a un vídeo difundido en redes sociales en el que la mujer de García, Maribel Cabreja Leiva, cuenta que "su marido en realidad se cayó de una moto" y días después agentes de seguridad le pidieron que dijera que las lesiones se las había causado Ferrer.
Asimismo, el tribunal prohibió el uso de palabras como "opositores", "policía política" y "dictadura". "En todo lo referido al término político, el presidente tocaba una campana", ha sostenido la ONG.
"SOY YO EL QUE ACUSA"
Con todo ello, Ferrer aprovechó su alegato final para denunciar que "todo el juicio había tomado clara parte en favor de la Fiscalía y la acusación". "Concluyó diciendo: 'Soy yo el que acusa'", ha citado Cuban Prisoners Defenders.
En la misma línea, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) ha denunciado que las pruebas están "manipuladas", "preparadas exclusivamente por la acusación, dirigida por el Gobierno" de Cuba.
A modo de prueba, el OCDH ha difundido las capturas de unos supuestos mensajes publicados en Twitter por el Ministerio de Justicia en los que se asegura que Ferrer "tendrá un juicio justo en el cual se garantizará su debido proceso, más de lo que tuvo el hombre que secuestró propinándole una severa golpiza".
La sentencia se emitirá el 12 de marzo para los acusados, aunque no llegará a sus familias hasta dos días después, ha precisado Cuban Prisoners Defenders.
LÍDER OPOSITOR
Ferrer es uno de los rostros más conocidos de la oposición cubana. Fue detenido durante la llamada Primavera Negra de 2003 por participar en el Proyecto Varela, ideado por Oswaldo Payá para conseguir por la vía de la iniciativa popular cambios legales que propiciaran una apertura política en Cuba, y condenado a 25 años de prisión.
El jefe de la UNPACU fue el último de los 75 detenidos en esa época en ser liberado. La mayoría aceptaron abandonar Cuba, hacia Estados Unidos o Europa, a cambio de su excarcelación, gracias a la mediación de la Iglesia Católica y del Gobierno español. Doce, incluido Ferrer, se negaron a aceptar lo que consideraban un exilio forzado, por lo que su salida de prisión llegó más tarde, en su caso en 2011.
Desde su "presunta liberación", "que no fue tal porque se ha realizado con la pena vigente y la amenaza constante de volver a prisión" --apunta Cuban Prisoners Defenders--, Ferrer ha sido detenido más de cien veces aunque sin cargos, lo que arroja una media de una vez al mes desde hace ocho años, "la mayoría de forma extremadamente violenta, con golpizas brutales, amenazas y asaltos a su casa".
