DAMASCO, 11 Feb. (EP/AP) -
El presidente de Siria, Bashar Assad, ordenó hoy importantes cambios en la formación del Gobierno de su país, en un movimiento que muestra que está endureciendo su postura frente a Estados Unidos y la comunidad internacional.
El presidente Assad se ha enfrentado a fuertes presiones tras el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri y el presunto fracaso de Damasco en frenar la infiltración a Irak de combatientes extranjeros.
Assad designó al hasta ahora ministro de Asuntos Exteriores, Faruk al Sharaa, considerado un hombre de línea dura, como vicepresidente de Siria. Al-Sharaa fue reemplazado por el viceministro de Asuntos Exteriores Walid Moallem, ex embajador en Estados Unidos y en Naciones Unidas.
Al Sharaa será ahora encargado además de implementar "la política exterior y de información" del Gobierno, según el decreto firmado por el presidente. El otro vicepresidente del país es Zuhair Masharqa, nombrado durante la presidencia de Hafez Assad, padre del actual presidente.
El ex vicepresidente Abdul Halim Khaddam dimitió de su cargo el pasado año, y posteriormente acusó al régimen de ser responsable en el asesinato del ex primer ministro libanés. Investigadores de la ONU que tratan de determinar quienes fueron los responsables del asesinato de Hariri han acusado al presidente sirio y al nuevo vicepresidente de brindar falsa información.
Hariri murió al estallar un camión cargado de explosivos el 14 de febrero de 2005 en Beirut, en un atentado en que también fallecieron 20 personas más. Siria ha negado toda participación en el ataque, pero investigadores de la ONU dijeron que éste no podría haber ocurrido sin la intervención de miembros de la inteligencia siria.
