NUEVA YORK, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha condenado la muerte de dos periodistas y un fotógrafo en Siria, al tiempo que ha instado a las autoridades del país a garantizar que los profesionales que se encargan de informar sobre el conflicto trabajan con seguridad.
Naseem Intriri y Walid Bledi, dos 'freelance' británicos de origen argelino, murieron el pasado 26 de marzo en el marco de un ataque perpetrado en la ciudad de Darkoush, cerca de la frontera con Turquía.
Según la UNESCO, que cita al Comité para la Protección de los Periodistas, Intriri y Bledi estaban trabajando en un documental sobre los sirios que cruzan la frontera hacia Turquía para huir del conflicto.
El mismo día, Jawan Mohammed Qatna, un kurdo sirio de 22 años que trabajaba como fotógrafo para el Comité de Coordinación de Derbassiyeh, murió en un incidente ocurrido en esta localidad, ubicada en el este del país.
UNESCO apunta que, según Reporteros Sin Fronteras (RSF), Qatna fue sacado de su casa por cuatro hombres desconocidos y su cuerpo fue encontrado tres horas después en una localidad cercana con signos de tortura.
"Estas muertes ponen de relieve el terrible e inaceptable precio que pagan los periodistas que intentan cumplir sus obligaciones profesionales en Siria", ha dicho la directora general de la UNESCO, Irina Bokova.
Bokova ha instado a las autoridades sirias a investigar estos crímenes y a llevar a sus responsables hasta la justicia, así como a garantizar que "los profesionales de los medios de comunicación pueden hacer su trabajo sin temer por sus vidas".
"La libertad de expresión es un Derecho Humano fundamental y un pilar de la democracia", ha recordado la directora general de la UNESCO, según el comunicado publicado por el Centro de Noticias de la ONU.
