MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Ruanda, Paul Kagame, entrega este domingo el testigo al presidente egipcio, Abdelfatá al Sis, como presidente de turno de la Unión Africana. Tras la actividad impulsada por Kagame, se espera que Al Sisi ponga más el acento en la seguridad que en impulso de las instituciones comunitarias africanas.
El traspaso se realizará en la cumbre de dos días en Adís Abeba, la capital etíope, sede de las instituciones de la Unión Africana. La presidencia rota entre países de las cinco regiones en las que se divide el continente.
La cita de los 55 jefes de Estado africanos servirá para abordar los conflictos abiertos en todo el continente, pero también tratarán posibles reformas y debatirán la creación de una zona de libre comercio continental, informa la cadena France 24.
La Zona Continental de Libre Comercio (ZCLC) fue acordada en marzo por 44 países africanos, pero por el momento solo 19 de ellos han ratificado el pacto, a dos del 22 mínimo necesario para que se pueda aplicar.
El mercado único es otro de los objetivos clave de la Agenda 2063 de la Unión Africana, un marco para la transformación socioeconómica del continente. La iniciativa está respaldada por Egipto, pero su mandato previsiblemente se distanciará de las reformas administrativas y financieras impulsadas por Kagame.
Al Sisi propondrá mayor seguridad, operaciones de mantenimiento de la paz y reconstrucción tras los conflictos, una agenda más acorde con el lema de la UA para 2019: "refugiados, retorno y desplazados internos".
"Egipto está con África. Quieren fortalecer su postura en el continente africano y no quieren ser vistos como un país centrado únicamente en el mundo árabe", ha apuntado un analista del Instituto de Estudios de Seguridad, Liesl Louw-Vaudran.
El sábado, el secretario general de la ONU, António Guterres, destacó la importancia del desarrollo pacífico de las recientes elecciones en República Democrática del Congo, Malí y Madagascar, los acuerdos de paz alcanzados en Sudán del Sur y República Centroafricana y la histórica tregua entre Etiopía y Eritrea, todos ellos síntomas de un "viento de esperanza" para el continente africano.
