BAGDAD, 6 Dic. (Reuters/EP) -
El clérigo chií más importante de Irak, Alí al Sistani, ha pedido este viernes al Gobierno del país que no permita ninguna interferencia extranjera durante la elección del nuevo primer ministro tras la dimisión la semana pasada de Adel Abdul Mahdi por las fuertes protestas sociales que llevan sacudiendo el país desde hace semanas.
Al Sistani, quien demostró su extraordinaria influencia en la política iraquí al recomendar a Mahdi que dimitiera para aplacar la tensión, ha pedido también a los líderes políticos del país que aparquen sus diferencias durante el proceso.
El clérigo también ha prometido que no se inmiscuirá en estas conversaciones para no enturbiar el procedimiento, consciente de la importancia que ha tenido su actuación durante estas semanas de violencia, en las que han muerto más de 400 personas, sobre todo por la represión de las fuerzas de seguridad.
"Esperamos que el nuevo jefe del Gobierno resulte elegido dentro del plazo constitucional", ha declarado por otro lado un representante del clérigo durante un sermón en la ciudad santa de Kerbala, en referencia a los 15 días de margen que otorga el texto para designar al nuevo primer ministro desde que el Parlamento aprobara, el pasado domingo, la dimisión de Al Mahdi.
Las palabras de Al Sistani se refieren principalmente a Estados Unidos e Irán, los dos grandes aliados de Irak; particularmente a Teherán, la gran potencia chií de la región, que ejerce una exraordinaria influencia sobre las instituciones del Estado iraquí, hasta el punto de que el comandante de las Guardias Revolucionarias de Irán, Qasem Soleimani, llegó a impedir el primer intento de dimisión de Abdul Mahdi, en octubre.
