LENS, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
Todos los candidatos presidenciables socialistas se dieron hoy cita en un encuentro en el que los llamamientos a la unidad y los velados ataques personales fueron la nota más destacada. La favorita para ser la candidata del Partido Socialista Francés (PSF) en las elecciones presidenciales de abril de 2007, Ségolène Royal, fue la primera en intervenir en este encuentro, convocado para terminar con las luchas intestinas. Royal hizo un llamamiento a detener las peleas internas que "destruyen toda esperanza de derrotar a la derecha".
La ex ministra afirmó también que es fundamental mostrar que los socialistas pueden "hablar los unos con los otros sin atacarse". "Es importante que los debates internos tengan lugar en un momento útil", prosiguió.
A pesar de sus llamamientos a la unidad, Royal no pudo dejar pasar la oportunidad de criticar a su rival más directo, el ex primer ministro Lionel Jospin, quien sólo cosechó un 16% de intención de voto, en contraste con el 56% logrado por Royal. "Esta crisis democrática es profunda y la tentación de la extrema derecha es muy fuerte", afirmó en referencia al descalabro electoral de Jospin, quien no pudo estar en la segunda ronda de las presidenciales de 2002 debido a su derrota ante el dirigente de la extrema derecha Jean-Marie Le Pen.
Por su parte, Jospin insistió en el peligro que supone entregarse a las encuestas de opinión, en referencia a la ventaja de la que presume Royal. "Cuando llega la hora de las elecciones... lo más difícil es conseguir que (las encuestas) tomen forma", afirmó.
El ex primer ministro emplazó a los militantes socialistas reunidos en Lens, unos 2.000, a escoger en las primarias de noviembre al candidato que representa mejor los valores del partido. "Nuestro candidato debe representar los valores de la izquierda, los valores de la solidaridad", en referencia a Royal, acusada por algunos de hacer virar ideológicamente al partido en ámbitos como la criminalidad.
