MADRID, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
La organización no gubernamental Acción contra el Hambre (ACH) advirtió hoy de que, al margen de los combates entre tribunales islamistas y señores de la guerra por el control de Mogadiscio, la población somalí sigue siendo "rehén de la violencia" y la situación humanitaria en el país continúa siendo "desastrosa".
"Mientras el mundo sigue con expectación los combates entre 'tribunales islamistas' y 'señores de la guerra'", Acción contra el Hambre recuerda que "más allá de los caprichos climáticos, la inseguridad y la ausencia de servicios básicos, la población somalí está viviendo sin Estado desde 1991, lo que ha hecho que la situación humanitaria pase de ser frágil a desastrosa", señala la ONG en un comunicado.
"La población somalí es, desde hace quince años, rehén de la violencia, ya sea entre clanes, ideológica o económica", afirma ACH. "Pese a la tentativa de normalizar el país puesta en marcha hace dos años, la ausencia de un poder central (y por tanto de administración, ejército, policía, justicia) y de los servicios públicos más básicos (centros de salud, agua potable, escuelas) han llevado al país a niveles de desestructuración sin precedentes", prosigue. Aparte, "la falta de infraestructuras de saneamiento ha deteriorado la salud pública, sobre todo en las ciudades".
La ONG recuerda también que la capital, Mogadiscio, ha tenido que hacer frente además en los últimos años a la llegada de miles de desplazados por la violencia, que viven en condiciones precarias. "En el sur del país, la población rural sobrevive cada vez más aislada, con limitadísimas actividades económicas, acceso restringido a los recursos, estaciones de lluvia irregulares que afectan tanto a las personas como al ganado y tensiones entre clanes", recuerda ACH.
Según Acción contra el Hambre, los recientes combates de Mogadiscio han añadido a este difícil contexto las consecuencias de la inseguridad, con "acceso limitado a los recursos básicos y a la ayuda humanitaria, aprovisionamiento limitado en las ciudades, movimientos de población". Acción contra el Hambre trabaja en Mogadiscio desde 1992.
A juicio de la organización, la próxima cosecha será "crucial" para miles de personas. Acción contra el Hambre viene alertando desde principios de 2006 de las consecuencias humanitarias que tendría el alargamiento anormal de la sequía en el Cuerno de África.
No obstante, pasados pocos meses desde estas advertencias, aunque la ayuda humanitaria llegó a tiempo a algunas poblaciones para evitar lo peor y las últimas lluvias regeneraron algunos puntos de agua y pastos, la población pastoril ha perdido parte de su ganado, por lo que los medios de vida en la región dependen totalmente de la próxima cosecha.
Acción contra el Hambre puso en marcha el pasado mes de marzo una intervención de emergencia en la zona de Wajid, (Bakool) consistente en la distribución de agua potable en 98 comunidades para más de 15.000 hogares y la apertura de una Centro de Nutrición Terapéutica en Wajid en el que han ingresado más de 200 niños con desnutrición severa. Además ha iniciado la reconstrucción de pozos de cara a la estación de lluvias de abril y mayo y ha distribuido semillas para unas 18.000 familias.
