MADRID, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un destructor estadounidense vigila la embarcación ucraniana secuestrada por piratas somalíes, cargada con carros de combate y munición, para asegurar que los captores no intentan desembarcar parte de la carga o a miembros de la tripulación, según informó la agencia de noticias Press Association.
Mientras el buque norteamericano se aproximaba a la nave 'Faina', y una fragata rusa se dirigía a la misma zona, otro barco fue secuestrado en la costa somalí, según anunció un grupo internacional antipiratería.
En Somalia, un hombre que dijo ser portavoz de los piratas que capturaron la embarcación ucraniana el pasado jueves, dijo que los secuestradores han pedido un rescate de 35 millones de dólares --casi 24 millones de euros-- a cambio de su liberación. Aunque no se ha podido confirmar que esta persona represente a los piratas.
Los piratas secuestraron la nave de propiedad ucraniana 'Faina' en ruta hacia Kenia, cargada con 33 carros de combate T-72 de fabricación rusa y una sustancial cantidad de munición y repuestos. La Marina rusa dijo que había enviado a la zona a la fragata 'Neustrashimi' ('Intrépida') tras el secuestro. Por su parte, Estados Unidos dijo que barcos norteamericanos estaban siguiendo la pista al 'Faina' con especial atención debido al armamento que lleva abordo.
Un responsable de Defensa estadounidense informó de que el 'USS Howard' está a unos pocos metros del 'Faina', que se encuentra anclada a escasos kilómetros de la costa somalí, según el oficial, que habló bajo condición de anonimato por la naturaleza sensible de la situación. El destructor está observando para asegurarnos de que los piratas no sacan nada, agregó.
La página web del 'USS Howard' precisa que está equipado para operaciones de combate marítimas, con misiles superficie-aire, misiles de crucero Tomahawk, cohetes antisubmarinos, torpedos y cinco armas de cubierta de fuego rápido, de cinco pulgadas. Los carros de combate abordo del 'Faina' fueron encargados por Kenia.
La última embarcación secuestrada por los piratas somalíes es un buque cisterna griego en el que viajan 19 tripulantes y cuyo cargamento de petróleo refinado estaba siendo transportado desde Europa hasta Oriente Próximo. La nave fue objeto de una emboscada en el golfo de Adén, explicó el director de la Oficina Marítima Internacional, Noel Choong, desde la sede del organismo en Malasia. Éste añadió que los piratas persiguieron y abrieron fuego contra la embarcación antes de abordarla.
