Somalia.- Milicianos islamistas se dirigen al puerto de Kismayo, uno de los últimos enclaves fuera de su control

Actualizado: sábado, 23 septiembre 2006 17:38

MOGADISCIO, 23 Sep. (EP/AP) -

Cientos de milicianos de los Tribunales Islámicos fuertemente armados se dirigieron hoy a la ciudad de Kismayo, uno de los últimos enclaves estratégicos de Somalia no controlados por los islamistas. "He visto 50 camiones de los Tribunales Islámicos con más de 300 milicianos que se dirigían a Kismayo", afirmó Quasim Munye, un testigo, desde la ciudad de Brava. "Los camiones son grandes y los milicianos estaban bien equipados", afirmó.

Destacados miembros de las milicias islámicas se encuentran en la localidad costera desde hace algunos días en un claro desafío a los señores de la guerra que aún controlan Kismayo. Algunos habitantes de la ciudad, situada a unos 420 kilómetros al suroeste de Mogadiscio, han huido hacia Kenia a través de la frontera ante el miedo a los combates.

El pasado jueves el presidente de Seguridad Nacional de la Unión de Tribunales Islámicos, Yusuf Indahaadde, afirmó que tienen previsto tomar el puerto estratégico de la ciudad de Kismayo y cerrar la frontera con Kenia, según indicó el la organización.

Ambas medidas aumentarían considerablemente el poder de los Tribunales Islámicos, que ya tienen el control de gran parte del sur de Somalia. Cerrar la frontera con Kenia impediría el despliegue de soldados de pacificación regionales, que algunos países vecinos creen necesario enviar para estabilizar el país.

"Iremos a Kismayo. Nada puedo impedirnos ir ahí", aseguró Indahaadde. "Cerraremos nuestra frontera con Kenia y tenemos todo el derecho de hacer esto", agregó. Un representante de los Tribunales Islámicos ya ha entrado en Kismayo, 420 kilómetros al suroeste de Mogadiscio, presuntamente para negociar la transferencia pacífica del control de la ciudad a los tribunales islámicos.

Uno de los líderes de la facción que controla Kismayo es el ministro de Defensa del Gobierno somalí, prácticamente sin poder pero el único reconocido internacionalmente, que ha participado en las conversaciones sobre el reparto de poder con los tribunales islámicos.