Sri Lanka contrata a dos verdugos para ejecutar las penas de muerte recientemente aprobadas

El presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena.
El presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena. - REUTERS / POOL NEW - Archivo
Publicado: viernes, 28 junio 2019 19:48

MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades de Sri Lanka han anunciado este viernes la contratación de dos verdugos para llevar a cabo la ejecución de cuatro personas condenadas a pena de muerte por delitos relacionados con las drogas.

Según las informaciones facilitadas por el diario ceilandés 'Daily News', las autoridades han recibido las candidaturas de cien personas --entre ellas un estadounidense--, 26 de las cuales fueron aceptadas para iniciar el proceso de entrenamiento.

El Departamento de Prisiones ha confirmado que dos de ellos han sido finalmente seleccionados, tras completar el entrenamiento y un examen. Ambos trabajarán en la prisión de Welikada.

El presidente del país, Maithripala Sirisena, firmó el miércoles la pena de muerte contra los cuatro condenados y este mismo viernes ha defendido la decisión. En Sri Lanka hay vigente una moratoria a la pena capital desde hace más de cuatro décadas.

Así, ha recalcado que la pena de muerte debe ser aplicada para proteger "el futuro del país" y luchar contra el tráfico de drogas. Sirisena ha manifestado que su decisión tiene como objetivo "salvar a la nación y las generaciones futuras de una catástrofe social".

Sirisena fue elegido como un reformista en enero de 2015, pero ha tenido problemas a la hora de cumplir con sus promesas de abordar los abusos a los Derechos Humanos, eliminar la corrupción y garantizar el buen gobierno en el país.

El mandatario ha sido objeto de una creciente presión desde la crisis política registrada el año pasado y más recientemente ha sido objeto de críticas por su gestión del atentado del Domingo de Pascua, reivindicado por Estado Islámico, en el que murieron más de 250 personas.

Muchos ceilandeses, incluidos varios influyentes líderes religiosos, están en favor de la restauración de la pena de muerte para reducir la creciente delincuencia, si bien los grupos de defensa de los Derechos Humanos han advertido de que dicha medida sería inefectiva.

La última ejecución en Sri Lanka tuvo lugar hace 43 años. El último verdugo del país se retiró en 2014 sin haber ejecutado a nadie, mientras que otro contratado en 2018 nunca se presentó a su trabajo.

La política de mano dura del presidente se inspira en parte en la llamada "guerra contra las drogas" del presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, en la que miles de personas han muerto en operaciones de las fuerzas de seguridad.

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