COLOMBIO, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los mediadores noruegos encargados de gestionar el alto el fuego entre el Gobierno de Sri Lanka y los rebeldes tamiles, y recientemente anulado por las autoridades, deben "redefinir su papel" a la luz de las "nuevas circunstancias" que se están dando, según informaron fuentes oficiales bajo el anonimato a la agencia misionera Misna.
Estas declaraciones llegan después de que el pasado miércoles, el Gobierno de Sri Lanka diera por finalizado el acuerdo de alto el fuego, un acto que despertó una "profunda preocupación" en el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, que instó a "todos los implicados para asegurar la protección de los civiles, y que capaciten a la ayuda humanitaria a llegar a las distintas zonas afectadas".
De acuerdo con portavoces rebeldes, la fuerza aérea ceilandesa bombardeó ayer un campamento de desplazados por el tsunami de 2004 en la localidad de Mullaiththeevu, provocando heridas a 13 personas.
El Consejo Nacional para la Paz, con sede en Colombo, ha criticado tanto el fin del alto el fuego como la retirada de la Misión noruega de Supervisión en Sri Lanka, que "reducirá el flujo de información creíble al exterior". Según la organización no gubernamental, a pesar de que los mediadores noruegos "no eran capaces de evitar las violaciones de los Derechos Humanos que tenían lugar en Sri Lanka", sí que eran capaces de "estar presentes físicamente en las zonas de conflicto, e informar de los incidentes a la comunidad internacional".
