COLOMBO, 9 Dic. (EP/AP) -
Los intercambios de artillería entre el ejército de Sri Lanka y los guerrilleros Tigres Tamiles en la parte oriental de la isla obligaron a huir a unos 3.000 ceilandeses de sus aldeas, según informó un funcionario el sábado, mientras las fuerzas rebeldes afirmaban que al menos 30 soldados habían perecido durante los combates.
El Ejército dijo que sólo perdió dos soldados, y ambos bandos se acusaron entre sí de causar bajas entre la población civil.
El portavoz rebelde Rasiah Ilanthirayan dijo que el Ejército avanzó unos dos kilómetros en territorio insurgente en el distrito oriental de Trincomalee. Según Ilanthirayan, los rebeldes "reaccionaron y los obligaron a retornar a sus posiciones originales. En la lucha, 30 efectivos militares murieron, entre ellos dos oficiales".
Un funcionario del centro de prensa del Gobierno negó las aseveraciones de los insurgentes y dijo que sólo dos soldados murieron en los combates, y 30 fueron heridos.
En medio de los enfrentamientos, docenas de civiles pertenecientes a la mayoría ceilandesa huyeron de sus hogares en tres aldeas y se refugiaron en templos budistas y en escuela, según un funcionario del Gobierno local.
