Sudán celebra este domingo elecciones multipartidistas

Elecciones Sudán
Reuters
Actualizado: domingo, 11 abril 2010 13:55

MADRID, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -

Sudán celebra este domingo y el lunes sus primeras elecciones multipartidistas en casi un cuarto de siglo con su actual dirigente, el presunto criminal de guerra Omar al Bashir, como favorito tras el boicot convocado por los principales grupos de oposición y ante el escepticismo de la comunidad internacional sobre la integridad de los comicios, prolegómeno del referéndum de 2011 sobre la integridad territorial del país africano y, a la postre, elemento clave del acuerdo de paz que puso fin al conflicto más sangriento de la historia reciente del continente.

De momento, el desarrollo de la campaña electoral ha sido calificado como "francamente perturbador" en la sede de Naciones Unidas, donde la embajadora permanente de Estados Unidos, Susan Rice, expresaba el pasado jueves su preocupación sobre las restricciones políticas impuestas desde el Gobierno sobre los candidatos y medios de comunicación sudaneses.

A pesar de esta crítica evaluación, el Gobierno de Jartum ha desoído la petición de posponer brevemente los comicios para garantizar cierta dignidad democrática al proceso, elevada por el ex presidente estadounidense Jimmy Carter, quien encabeza la representación internacional --unos 60 enviados-- de los más de 250.000 observadores que supervisarán el desarrollo de los comicios, según cifra la cadena BBC, en la práctica totalidad del país excepto en la región de Darfur

En el centro se encuentra la figura de Al Bashir, al frente del país desde hace 17 años con su Partido del Congreso Nacional (PCN), y sobre quien pesa una orden de arresto del Tribunal Penal Internacional por crímenes contra la Humanidad y crímenes de guerra en la región sudanesa de Darfur supuestamente perpetrados desde 2003. En la campaña, Al Bashir ha conseguido imponerse sobre el resto de los candidatos, primero silenciándoles y después, al presentarse ante el pueblo como salvador y garante del Acuerdo de Paz Integral (CPA), hoja de ruta hacia una ideal "transformación democrática" en el país africano que a día de hoy nadie da por factible.

ELECCIONES COMPLEJAS

Junto al presidente se eligen en estos comicios a 450 diputados de la Asamblea Nacional y los gobernadores y diputados de los órganos municipales de Gobierno de los 25 estados del país. Es una votación extremadamente compleja, en la que se requiere que los participantes rellenen de entre a ocho y doce papeletas. La ONU está contribuyendo con las autoridades electorales sudanesas para despejar parte de la carga de trabajo.

Pero la colaboración de Naciones Unidas con la Comisión Electoral Sudanesa pone a la institución internacional en una posición incómoda. El Fiscal Jefe del TPI, Luis Moreno Ocampo, no olvida que el presidente Al Bashir está acusado de orquestar una limpieza étnica contra las poblaciones no árabes de Sudán, particularmente en Darfur donde según estimaciones de la propia ONU más de 300.000 personas han muerto en los últimos siete años por la guerra, el hambre y las enfermedades. Para el letrado argentino, "es como supervisar unos comicios con Hitler".

Tampoco ayudan las declaraciones formuladas por Al Bashir contra quienes critican la legitimidad de los comicios, a quienes amenazó con "cortarles los dedos y ponérselos bajo los zapatos" antes de advertir que expulsará "más temprano que tarde" a cualquier partido opositor, ONG u observador que sugiriera el retraso de las elecciones, como han llegado a solicitar el ex presidente Carter o la ONG Human Rights Watch, cuya directora para África, Georgette Gagnon, aseguró que "las condiciones en Sudán todavía no son las propicias para organizar unos comicios libres, justos y creíbles".

Al ver desatendida su petición, dos de los principales grupos rivales del PCN han declarado su boicot electoral esta semana. El primero es el de los ex guerrilleros del Movimiento para la Liberación del Pueblo de Sudán (SPLM), ahora principal partido del Sur de Sudán, contraparte firmante del Acuerdo de Paz Integral y, por lo tanto, segundo actor esencial en la política sudanesa.

Un día después se sumaba el Umma --uno de los partidos más antiguos y populares del norte del país-- cuya portavoz, Sara Nugdallah informaba el pasado miércoles del rechazo electoral de su partido "a todos los niveles" por la falta de credibilidad de la votación. Con ello, se anunciaba el abandono de su candidato a la presidencia, Sadiq Al Mahdi, el hombre al que Al Bashir derrocó en el golpe de estado incruento de 1989.

A estas alturas, los partidos rivales ya sólo persiguen que sus protestas deslegitimen el triunfo de Al Bashir a los ojos de la comunidad internacional.

CRÉDITO EN EL SUR

La retirada del candidato presidencial del SPLM, Yasir Arman, prácticamente certifica la victoria de Al Bashir, quien a lo largo de las últimas dos semanas ha efectuado una intensa gira por el sur del país, una región con la que ha estado en guerra durante 20 años.

A nivel político, se puede decir que Al Bashir ha conseguido su objetivo. A los ojos de gran parte de los 15,7 millones de sudaneses registrados para esta votación (81% del total de los ciudadanos con derecho a voto), incluida la bombardeada población del sur --"un acto que desafía toda lógica", como analiza Maggie Fick en 'Foreign Policy'-- le ven como la única fuerza política de envergadura del país.

"'Votad por mi', dice Al Bashir, 'porque soy el único que puede mantener el acuerdo de paz'", explica Fick. "Bashir les dice que sin él, incluso el referéndum para la independencia de Sur de Sudán corre peligro", añade.

Además, y aún sin tener en cuenta las acusaciones de censura sobre la oposición que pesan sobre él, hay que tener en cuenta que la campaña electoral de Al Bashir ha sido tan agresiva que "prácticamente nadie conoce al resto de candidatos".

DARFUR DESGOBERNADA

Darfur es el lugar donde se concentran millones de desplazados del conflicto civil, que subsisten en condiciones infrahumanas. A día de hoy, el desgobierno es total y la violencia es tan extrema que los observadores de la Unión Europea se han visto obligados a abandonar esta región oriental por el ambiente de inseguridad que allí se respira.

"He decidido volver con todo el equipo. Los seis observadores que están (...) en Darfur", explicó Veronique De Keyser, jefa de la misión electoral europea en Sudán, a la prensa tras viajar a El Fasher, capital de Darfur Norte, para reunirse con los seis observadores.

"En algunas zonas de Darfur la violencia es terrible. Los trabajadores humanitarios no pueden acceder a esta zona, y si la ayuda no puede llegar, nosotros no podemos llegar", había declarado antes de viajar a El Fasher.