Sudán.- El Gobierno sudanés se reunirá el martes con enviados de la ONU para concretar el despliegue de tropas en Darfur

Actualizado: sábado, 23 diciembre 2006 17:03

JARTUM, 23 Dic. (EP/AP) -

Representantes del Gobierno sudanés se reunirán el martes con enviados de la ONU y la Unión Africana (UA) para discutir la puesta en práctica del acuerdo alcanzado ayer para el despliegue de una fuerza conjunta de pacificación de la ONU y la UA en la región de Darfur, según informó hoy el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores sudanés, Sadeq al Magli.

Jartum reconoció que ha aceptado la propuesta de despliegue de la ONU, pero subrayó que la UA será el principal componente de esta fuerza de paz. El Gobierno "ha accedido a reunirse el martes para la inmediata puesta en práctica de lo acordado".

La primera fase del plan de la ONU recoge el envío de unos 105 militares, 33 policías y 45 civiles, además de apoyo logístico y equipo de comunicaciones, según informa la agencia SUNA. Este personal estará bajo el mando de la misión de la UA para Darfur. Este acuerdo supone un punto de inflexión en la postura de Jartum, ya que hasta ahora había aceptado sólo el envío de personal civil, no de soldados.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, aseguró que había pedido al presidente sudanés, Omar al Bashir, que aceptase el despliegue de una fuerza híbrida de la ONU y la UA, así como que impulsara un alto el fuego.

Jartum había rechazado hasta ahora la propuesta de envío de 20.000 efectivos de la ONU aprobada por el Consejo de Seguridad. Esta fuerza reemplazaría a los 7.000 militares de la misión de la UA que ya opera en la región, pero finalmente la ONU ha tenido que aceptar una considerable rebaja en la cifra de soldados y la concesión de ayuda técnica y financiera al Gobierno.

Annan declaró que la misión conjunta de la ONU y la UA tendría un despliegue en tres fases hasta que finalmente la fuerza de paz tuviera un mínimo de 17.300 militares, 3.300 policías civiles y 16 unidades policiales adicionales.

Al Magli aseguró que Sudán accedió a la puesta en práctica de la última fase del plan pero subrayó que el número de tropas se negociaría con el comandante de la misión y los delegados de la ONU y la UA.

La violencia comenzó en Darfur en febrero de 2003, cuando rebeldes africanos tomaron las armas como reacción a la discriminación ejercida por el Gobierno, dominado por los árabes. Los rebeldes acusan al Gobierno de respaldar a las milicias árabes janjaweed, autores de masacres contra los civiles de origen subsahariano. Sin embargo, Jartum niega su implicación a pesar de que la ONU y la UA denuncian los constantes ataques coordinados del Ejército y los janjaweed.