ADDIS ABABA, 15 May. (EP/AP) -
La Unión Africana acordó hoy transferir su fuerza de mantenimiento de paz en la región sudanesa de Darfur a la ONU para finales de septiembre o incluso antes, según anunció el ministro de Exteriores nigeriano, Olu Adeniji, que presidió la reunión del Consejo de Paz y Seguridad de la UA, precisando que la fuerza africana de 7.300 hombres presente en Darfur podría partir antes del 30 de septiembre si la fuerza de Naciones Unidas está preparada.
Según el enviado especial de la ONU para Sudán, Jan Pronk, "ha llegado el momento de tomar medidas muy concretas hacia una fuerza más fuerte". Por su parte, Adeniji indicó que se ha acordado ampliar el plazo para que los grupos rebeldes que aún no han firmado el acuerdo de paz con el Gobierno sudanés lo hagan, después de que el principal grupo rebelde lo hiciera, hasta el 31 de mayo.
Abdel Wahid Nur, líder de la escindida facción del Movimiento para la Liberación de Sudán (SLM), y Jalil Ibrahim del Movimiento Justicia e Igualdad han resistido la presión internacional de unirse al acuerdo de paz del 5 de mayo. La firma culminó dos años de mediación de la UA, aunque sus perspectivas parecen escasas debido a la negativa de todos los rebeldes a firmarlo y a la continuación de los incidentes en Darfur pese a que el acuerdo llamaba a un alto el fuego que entraría en vigor 72 horas después de su firma.
Los dos grupos rebeldes que quedan piden compromisos adicionales en el reparto del poder con el Gobierno, arreglos de seguridad y compensaciones para las víctimas del conflicto, que se ha cobrado más de 180.000 muertos y obligado a más de dos millones de personas a huir de sus casas.
Si no cumplen el plazo y no firman el acuerdo "conllevará medidas por parte de la Unión Africana que incluyen consultas con el Consejo de Seguridad de la ONU", indicó Adeniji, precisando que estas medidas incluirían alguna forma de sanción.
El presidente de la Comisión de la UA, Alpha Oumar Konare, había indicado previamente hoy que la UA promoverá en la ONU una prohibición de viajar y la congelación de los bienes de los que intenten minar el proceso de paz en Darfur y cometan violaciones de los Derechos Humanos en esta región.
Pronck hizo un llamamiento para que continúen los esfuerzos para presionar a los rebeldes a firmar, afirmando que "podría no haber una paz duradera en Darfur a menos que todas las comunidades en Darfur formen parte de ella". Asimismo, reclamó más fondos para las operaciones humanitarias.
