Suiza.- Las detenciones en Suiza están vinculadas a la desarticulación de una célula del GSPC en Málaga en 2005

Actualizado: jueves, 8 junio 2006 21:52

Guardia Civil desmanteló el pasado diciembre un grupo que enviaba dinero a Argelia y cuyo jefe ha sido enviado hoy a prisión

MADRID/BERNA, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las siete detenciones practicadas por la Policía suiza en las últimas semanas están vinculadas a la desarticulación de una célula de islamistas desarticulada por la Guardia Civil en diciembre de 2005 en la provincia de Málaga, informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista. Informaciones obtenidas en aquel operativo por el Instituto Armado provocaron el inicio de una investigación que también ha abarcado a Francia.

La Policía Judicial Federal suiza tiene bajo custodia en "detención preventiva" a siete personas, arrestadas desde el pasado 12 de mayo, todas ellas procedentes "del Norte de Africa" y que "tenían contactos con otras células idénticas en Francia y España, que han sido igualmente desmanteladas", según informó hoy en un comunicado la Fiscalía Federal Suiza.

La operación, dijo la Fiscalía, "es el resultado de una larga y muy estrecha colaboración de las autoridades policiales y judiciales de numerosos Estados europeos, y de una amplia investigación en Suiza" y ha estado seguida de "otras detenciones en Suiza y en el extranjero".

Precisamente hoy, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Juan del Olmo, dictó hoy prisión incomunicada y sin fianza para Salah Eddine Berkoun, un huido de la 'Operación Green', desarrollada por la Guardia Civil en diciembre de 2005 contra una red de reclutamiento de 'muyaidines' y financiación de actividades terroristas, vinculada a los detenidos en Suiza.

Salah Eddine Berkoun se presentó el pasado martes en la Audiencia Nacional en compañía de su abogado. Contra el presunto islamista, uno de los 'cabecillas' de la célula desarticulada, el Juzgado de Del Olmo había dictado una orden internacional de busca y captura, consecuencia del operativo del Instituto Armado de finales del pasado año.

Aquella operación permitió la detención en Málaga de siete personas vinculadas a una sección del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) que lidera 'Abu Al Haikan', un dirigente de la organización argelina del que los expertos creen que pretende perpetrar atentados en territorio europeo, según informaron a Europa Press fuentes de la investigación. Obtenían dinero de varias actividades delictivas, entre ellas el robo en locales comerciales y domicilios particulares.

Los investigadores creen que las joyas y relojes intervenidos en la docena de registros practicados procedían de asaltos a domicilios, aunque también se encontraron ordenadores, móviles y otros objetos, todos ellos de rápida colocación en el 'mercado negro'. También fueron halladas tarjetas de crédito falsas, textos en árabe referentes a la 'Yihad' y documentación falsa, entre la que había pasaportes franceses.

DINERO A ARGELIA.

Los fondos obtenidos eran enviados a Argelia a través de un "complicado sistema de transferencias bancarias", según Alonso, o entregados en mano. Fuentes jurídicas explicaron que, en ocasiones, los miembros de la célula entregaban el dinero a un imam argelino, en grandes billetes de 500 euros.

Este grupo constituiría una "célula gemela" de la desarticulada el 23 de noviembre de 2005 en Alicante y Granada y que acabó con cuatro de los arrestados en prisión, acusados de colaboración con banda armada, pero sin que existiera vínculo alguno entre éstos y los detenidos hoy. Al igual que aquella, la función de la célula desarticulada hoy era sería suministrar fondos y documentación falsa al GSPC, pero en el caso de los arrestados hoy también estaban preparados para dar cobijo a elementos 'operativos' de la banda terrorista.

CONTACTOS CON ACHRAF.

Además de la relación con los islamistas detenidos en Málaga, uno de los miembros de la célula suiza "había estado en contacto con el ciudadano marroquí conocido como 'Mohamed Achraf', que fue extraditado a España a principios de 2005", según informó hoy la Fiscalía suiza. Achraf está procesado por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska. Se le considera el principal responsable de la célula terrorista que pretendía llevar a cabo un atentado con un camión cargado con 500 kilos de explosivo contra la sede de la Audiencia Nacional en Madrid, desmantelada en la operación 'Nova'.

Los detenidos en Suiza formaban parte de una banda "muy bien organizada" de una docena de personas que "cometían robos especialmente en la región de Zurich, pero también en el resto de Suiza", y destinaban una parte del botín a financiar "una organización terrorista". Según la Fiscalía, la Policía federal suiza tuvo indicios de la existencia de esta banda a principios de 2005.

Las detenciones comenzaron el pasado 12 de mayo, con varias "intervenciones" en los cantones de Bale-Ville y Zurich, y estas "fueron sólo el principio de una serie de detenciones coordinadas". Todos los detenidos eran norteafricanos y fueron arrestados en tres cantones suizos. No obstante, la Fiscalía precisa que en este momento sólo están en detención preventiva siete personas, "por riesgo de fuga y de conspiración".

PLANEABAN UN ATENTADO CONTRA UN AVION ISRAELI

La investigación ha demostrado que la célula suiza planeaba "seriamente" cometer un atentado en territorio suizo, concretamente contra un avión de la aerolínea israelí El Al.

Sin embargo, la Fiscalía quiso dejar claro que, en contra de lo especulado por algunos medios, no se confiscaron en la operación armas del tipo RPG 7 (lanzagranadas) o SAM 7 (misiles tierra-aire); y que el ex espía suizo convertido al Islam Claude Covassi, que se ha prodigado en la prensa en los últimos tiempos, no ha tenido ningún papel ni ha facilitado ninguna información.

El Ministerio Público precisó que la operación fue posible "gracias a una colaboración muy estrecha con las autoridades policiales y judiciales de numerosos Estados europeos, entre ellos Francia y España", un aspecto en el que era "particularmente importante evitar que las investigaciones o las detenciones practicadas en un Estado no pusieran en peligro las operaciones lanzadas en otro". Agradeció además la colaboración de los organismos de la UE de cooperación policial y judicial, Eurojust y Europol.