LONDRES, 5 Abr. (EUROPA PRESS) - Pero "esta parálisis no puede continuar, y esta incertidumbre está dañando la fe de los británicos en sus políticos, mientras la Unión Europea se reserva su legítimo derecho para tomar decisiones sobre su propio futuro". En su carta, la primera ministra reconoce que Reino Unido está legalmente obligado a celebrar elecciones europeas el 23 de mayo si para entonces sigue siendo estado miembro del eurobloque, aunque no es la opción que desea. Por último, la primera ministra reconoce la "frustración" reinante, al haber sido incapaces ambas partes de "finalizar este proceso con éxito y orden". "El Gobierno de Reino Unido sigue firmemente comprometido a ello y seguirá actuando", culmina, "como un estado miembro constructivo y responsable durante este periodo excepcional". TUSK APUESTA POR UNA PRÓRROGA FLEXIBLE