NUEVA YORK, 26 May. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Seguridad de la ONU urgió hoy al Gobierno de Timor Oriental a tomar todas las medidas necesarias para poner fin a la ola de violencia que azota al país desde los últimos días del pasado abril.
En una declaración presidencial pronunciada anoche, el Consejo de Seguridad también pidió a las autoridades timorenses que velen por el respeto a los Derechos Humanos y que restauren un entorno seguro y estable en el país.
Además de condenar la violencia contra la población y la destrucción de la propiedad, instó a todas las partes del conflicto a evitar agresiones e intimidaciones y a participar en el proceso democrático.
Por otra parte, dio fe de la petición del Gobierno timorense a Portugal, Australia, Nueva Zelanda y Malasia de enviar tropas para estabilizar la situación y celebró la respuesta positiva de estos países.
Del mismo modo, encomió las iniciativas del secretario general de la ONU, incluida la de enviar a un representante especial a Timor Oriental para facilitar el diálogo político.
El pasado marzo, el Ejército de Timor expulsó a cerca de 600 militares que mantenían una huelga pidiendo mejoras laborales. El 28 de abril, los militares despedidos organizaron una manifestación que culminó cuando la Policía les disparó para dispersarlos.
A partir de entonces, los enfrentamientos entre las fuerzas del Gobierno y los ex militares y sus seguidores han dejado más de una decena de muertos y un número cercano al centenar heridos.
Por otra parte, la Oficina de la ONU en Timor pidió hoy a las fuerzas australianas que se encuentran en la ex colonia portuguesa que protejan a su personal y sus instalaciones, en vista de que un grupo de civiles armados intentó apostarse en el cruce más cercano al edificio que ocupa en Dili, la capital.
Los militares australianos, que empezaron a llegar ayer a Timor para ayudar a estabilizar al país, dispersaron al grupo en cuestión y establecieron un cerco alrededor de la oficina, indicó el portavoz de la organización, Stephane Dujarric.
Sin embargo, el personal de la ONU informó de que horas después de este operativo, se escucharon disparos de armas automáticas a medio kilómetro al sureste del inmueble. Los soldados australianos respondieron con dos helicópteros y efectivos terrestres y el fuego cesó. Por el momento, el área parece tranquila, agregó el portavoz.
La Oficina de la ONU calcula que unas 40.000 personas se han desplazado de Dili huyendo de la violencia iniciada el 28 de abril. Un campamento establecido por la ONU cerca de sus oficinas, aloja por ahora a unos 2.000 desplazados. Por otra parte, algunos policías timorenses han buscado refugio en las instalaciones de la organización mundial, entregando sus armas a su personal de seguridad.
