DILI, 27 Jun. (EP/AP) -
Los dirigentes de Timor Oriental están intentando tomar una decisión sobre quién será el nuevo primer ministro del país, un día después de que Mari Alkatiri presentara su dimisión, aumentando las esperanzas de que se ponga fin a la crisis política y la ola de violencia que ha experimentado esta antigua colonia portuguesa en las últimas semanas.
El presidente timorense, Xanana Gusmao, se encuentra reunido a puerta cerrada con el Consejo de Estado, un órgano consultivo compuesto por doce ministros, y se espera que la reunión dure todo el día, sin que esté claro si de ella saldrá una decisión sobre el nuevo jefe de Gobierno. "Estas cosas normalmente llevan su tiempo", declaró el portavoz presidencial, Agio Pereira.
Al menos se están barajando cuatro nombres, entre ellos los del ministro de Sanidad, Rui Maria Araujo, y la ministra de Estado, Ana Pessoa --considerada una de las favoritas--, pero otro candidato probable sería el ministro de Exteriores y premio Nobel de la Paz Jose Ramos-Horta. Aunque éste es amigo del presidente, ha expresado sus reservas sobre el cargo y algunos miembros del partido gubernamental, el Fretilin, afirman que podría no conseguir el respaldo de la formación.
Entretanto, el fiscal general, Longuinhos Monteiro, convocó a Alkatiri para interrogarle sobre las acusaciones de que armó un 'escuadrón de la muerte' para silenciar a sus opositores políticos, según informaron fuentes de la oficina del fiscal.
La destitución por parte de Alkatiri de 600 soldados que habían acudido a la huelga para denunciar su situación es considerada por muchos la principal causa de la ola de violencia vivida por el país que llevó en un primer momento a enfrentamientos entre soldados rebeldes y leales y posteriormente a la acción de bandas callejeras, principalmente en Dili. Los sucesos dejaron al menos 30 muertos y unos 150.000 desplazados.
