MIAMI, 22 Ago. (Reuters/EP) -
La tormenta tropical Fay volvió a desembarcar ayer por tercera vez en menos de una semana en la costa de Florida, trayendo más lluvias torrenciales que han inundado cientos de casas.
La tormenta, que en varias ocasiones amenazó con fortalecerse y convertirse en huracán mientras recorría el Caribe, los cayos de Florida, y luego la costa sudoeste del estado el martes, estaba al oeste de Flager Beach en el nordeste de Florida, informaron meteorólogos de Estados Unidos.
Se prevé que Fay, la sexta tormenta de la que expertos predicen será una ajetreada temporada atlántica de huracanes, avance con dirección al oeste a sólo 7 kilómetros por hora luego de tocar por tercera vez tierra en Florida, informó el Centro Nacional de Huracanes estadounidense.
La tormenta, con vientos máximos sostenidos de 95 kilómetros por hora, había estado moviéndose lentamente desde el miércoles y se esperaba que se desacelere mientras cruza el estado de vuelta al costa del Golfo, antes de disiparse sobre Alabama y Misisipi.
Había una leve probabilidad de que la tormenta se dirija más al sur y se fortaleciera sobre las cálidas aguas del Golfo de México. Luego podría avanzar a las plataformas que producen grandes cantidades de petróleo y gas natural como también a la ciudad de Nueva Orleans, la cual fue inundada por el huracán Katryna en 2005.
LLUVIAS
La tormenta llevó el miércoles lluvias torrenciales a áreas en torno al puerto de la flota de transbordadores espaciales de Estados Unidos en Cabo Cañaveral, acumulando cerca de 53 centímetros de aguas caídas. La precipitación es sumamente necesaria en un estado en el que el desarrollo urbano y dos años de lluvias por debajo del promedio hicieron peligrar el abastecimiento de agua.
Equipos de emergencia tuvieron que rescatar a algunas personas de vecindarios inundados en botes y embarcaciones de base plana, impulsadas por propulsores, que son utilizadas en los pantanos de los Everglades y Luisiana. Cientos de casa resultaron afectadas, dijeron funcionarios locales.
Se esperaba que las lluvias torrenciales persistieran dando un paso más lento a la tormenta. El centro de huracanes predijo un acumulado de 25 centímetros de lluvia a lo largo del centro y norte de Florida, con lugares con cantidades aisladas de 38 centímetros. El presidente George W. Bush declaró emergencia de tormenta en Florida, lo cual autoriza ayuda federal para desastres.
