El antiguo líder rebelde no saldrá aún en libertad ya que tiene pendiente otra pena por sobornar a testigos
MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El exvicepresidente congoleño y antiguo líder rebelde Jean-Pierre Bemba ha sido absuelto este viernes por el Tribunal Penal Internacional (TPI) de los cargos de crímenes de guerra y contra la Humanidad que pesaban en su contra por su actuación en la vecina República Centroafricana (RCA), según ha anunciado la corte de La Haya en un comunicado.
Tres de los cinco magistrados de la Sala de Apelaciones han aprobado la absolución de Bemba argumentando que "fue erróneamente condenado por actos criminales específicos que estaban fuera del alcance de los cargos confirmados" y que la Sala de Juicios cometió "serios errores" en su valoración de si Bemba "adoptó todas las medidas necesarias y razonables para evitar, reprimir o castigar la comisión por sus subordinados de otros crímenes dentro del alcance del caso".
En concreto, los tres magistrados consideran que la Sala de Juicios se equivocó al evaluar "la motivación y las medidas" que Bemba podría haber adoptado a la luz de las "limitaciones a las que se enfrentaba para investigar y perseguir los crímenes como comandante remoto que envía a tropas a otro país", así como si intentó advertir a las autoridades centroafricanas de los presuntos crímenes y si "intencionadamente limitó el mandato de las comisiones e investigaciones que estableció".
Por último, los tres magistrados han visto una "aparente discrepancia" entre el limitado número de crímenes dentro del alcance de la causa por la que se estaba juzgando a Bemba y la evaluación por parte de la Sala de Juicios de las medidas que éste debería haber tomado para evitar dichos crímenes.
"El señor Bemba no puede ser responsabilizado penalmente por los crímenes cometidos por las tropas del MLC durante la operación en República Centroafricana", ha afirmado tajante la presidenta del tribunal de apelaciones, Christine Van den Wijngaert. Sus esfuerzos para frenar estos crímenes "la extinguen por completo", ha sostenido, citada por Reuters.
Por todo ello, la Sala de Apelaciones ha determinado que la condena contra Bemba debe ser revocada, si bien dos de los magistrados han emitido un voto particular en el que rebaten la opinión de sus compañeros y defienden que se debería haber mantenido la condena contra el antiguo líder rebelde.
Bemba había sido declarado culpable en marzo de 2016 de dos cargos de crímenes contra la Humanidad --asesinato y violación-- y tres de crímenes de guerra --asesinato, violación y saqueo-- cometidos entre octubre de 2002 y marzo de 2003 en República Centroafricana.
En su veredicto de culpabilidad, la Sala Tercera del TPI había señalado que "Bemba era la persona que ejercía como comandante militar con autoridad y control efectivo sobre las fuerzas que cometieron estos crímenes", esto es, el Movimiento de Liberación de Congo (MLC).
El acusado era el "origen de la financiación, los objetivos y las pretensiones" del MLC y fue él quien ordenó la entrada en RCA de tres batallones --unos 1.500 hombres-- a petición del entonces presidente centroafricano, Ange-Félix Patassé, enfrentado al exjefe del Ejército y posteriormente presidente del país François Bozizé, según dicho fallo.
En junio de 2016, el TPI le condenó a una pena de 18 años de prisión, pero el exvicepresidente congoleño y comandante del Movimiento de Liberación de Congo había apelado tanto la sentencia como la pena, mientras que la Fiscalía apeló la pena.
NO SALDRÁ EN LIBERTAD
Bemba es hasta ahora el político de mayor rango que había sido condenado por el TPI desde que entró en funcionamiento, en julio de 2002. El exvicepresidente congoleño no será puesto en libertad ya que en su contra pesa otra condena por haber intentado sobornar a testigos.
A este respecto, el TPI ha indicado que corresponde ahora a la Sala VII decidir "en breve" si Bemba debe seguir detenido en relación con la condena por delitos contra la administración de justicia. Bemba y otros cinco imputados fueron declarados culpables en octubre de 2016, pero apelaron el fallo y el caso aún está abierto.
La Sala VII ha anunciado horas después que la audiencia para decidir si Bemba y los otros cinco imputados continúan encarcelados se celebrará el 12 de junio a las 11.00 horas. La presencia de los condenados, ha precisado, no será necesaria. El señor de la guerra congoleño lleva una década en las prisiones de La Haya.
El abogado de Bemba, consultado por Reuters, ha considerado "inaceptable" que su cliente no sea liberado inmediatamente, si bien ha confiado en que la Sala VII así lo ordene, dado que la máxima pena que podría recibir por el delito contra la administración de justicia son cinco años y ya suma diez entre rejas.
Bemba sigue siendo muy popular en RDC, particularmente en el este del país, donde su partido, MLC, es uno de los principales grupos de oposición al presidente, Joseph Kabila. Un sondeo publicado en marzo por Congo Research Group de la Universidad de Nueva York le situaba como tercer candidato hipotético de cara a las elecciones presidenciales que deberían celebrarse en diciembre, por detrás de los dos grandes líderes opositores, Moise Katumbi y Felix Tshisekedi.
CASO ICÓNICO EN EL TPI
La sentencia contra Bemba supuso un hito no solo para el TPI, ya que en ese momento el del ex dirigente africano era el cuarto caso que llegaba a juicio en La Haya, sino para la justicia penal internacional.
Fue la primera vez que la violencia sexual, tanto contra hombres como mujeres, fue considerada crimen de guerra y crimen de lesa humanidad. Otros señores de la guerra como Thomas Lubanga y Germain Katanga habían sido absueltos por los cargos de violencia sexual.
También fue la primera vez que el TPI aplicaba la teoría de la responsabilidad de mando de los cargos militares por los crímenes cometidos por las tropas bajo su tutela y control efectivo, recogida en el artículo 28 del Estatuto de Roma --tratado fundacional del TPI--. En un primer momento, fue procesado por su responsabilidad penal individual pero después se recondujo a la responsabilidad de mando.
El Estatuto de Roma determinó que Bemba incurrió en los dos fallos que activan la responsabilidad de mando: sabía que sus tropas estaban cometiendo esos crímenes o se proponían cometerlos; y no adoptó las medidas a su alcance para impedirlo o al menos informar a las autoridades competentes para su investigación y enjuiciamiento.
