NOM PEN, 19 Abr. (Reuters/EP) -
Un tribunal de Camboya ha denegado la libertad bajo fianza a dos periodistas acusados de espionaje por colaborar con una radio financiada por Estados Unidos, los reporteros Uon Chhin y Yeang Sothearin.
"El tribunal ha rechazado nuestra apelación", ha afirmado tras la audiencia Keo Vanny, el abogado de los reporteros. Los jueces "han ratificado la decisión del tribunal de Nom Pen de continuar sometiéndoles a prisión preventiva", ha añadido el letrado.
Uon Chhin y Yeang Sothearin trabajaban para Radio Free Asia (RFA), una estación con sede en Washington, que retransmite en jemer y que el Gobierno camboyano ha criticado por su apoyo a la oposición. RFA cerró su oficina en Nom Pen en septiembre de 2017, denunciando "la persecución incesante de las voces independientes" que le hacía imposible garantizar "la integridad de la misión periodística de la RFA".
Los dos periodistas se encuentran en prisión preventiva desde que fueron detenidos en noviembre. Después de que las autoridades les pillaran facilitando noticias a la radio, la Justicia les acusó de "proporcionar información a un país extranjero, datos destructivos para la seguridad nacional". Ambos han rechazado la acusación. De ser declarados culpables, los periodistas se exponen a penas de hasta 15 años de cárcel.
"Es bastante injusto, lo que intentan es hacernos sufrir", ha denunciado Yeang Sothearin cuando la Policía le ha trasladado, esposado, fuera del recinto. "El Gobierno se ha vengado de nosotros porque contábamos lo que de verdad está pasando en Camboya", ha añadido.
Un portavoz del Ejecutivo, Phay Siphan, ha rechazado la idea de que la condena sea una venganza por parte del Ejecutivo. "No podemos aceptar lo que (Sothearin) ha dicho", ha recalcado Siphan.
Los reporteros fueron detenidos días después de que el Tribunal Supremo disolviese el principal partido de la oposición, el Partido de Rescate Nacional de Camboya, tras acusar a la formación de tratar de hacerse con el poder con la ayuda de Estados Unidos.
El partido y Washington han rechazado la acusación. El primer ministro, Hun Sen, y su Gobierno han negado que hayan cometido violaciones de los Derechos Humanos.
