BASE MILITAR DE OFER, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un tribunal militar israelí ordenó hoy la puesta en libertad de 18 diputados de Hamás, entre ellos tres ministros del Gobierno palestino, y cuestionó la decisión del Ejército hebreo de haberlos detenido.
Los dirigentes de Hamás seguirán presos al menos durante dos días más, mientras se aguarda una solicitud de apelación. Aún así, la orden significó un singular contratiempo para la Fiscalía militar, cuyos argumentos son generalmente confirmados por el tribunal.
El Ejército israelí ha arrestado desde junio a más de dos decenas de diputados de Hamás después de que milicianos vinculados al grupo atacaran un puesto militar y secuestraron a un soldado israelí: Guilad Shalit. El tribunal militar argumentó que los diputados deben ser puestos en libertad bajo fianza mientras sus procesos continúan adelante.
En su decisión, el juez militar cuestionó la oportunidad de las detenciones, señalando que se permitió a los hombres que participasen en las elecciones del pasado enero actuar en el Gobierno palestino durante meses sin ningún tipo de castigo. Señaló que los políticos palestinos deben ser puestos en libertad bajo fianza, mientras continúa el proceso.
"Israel permitió la elección. No se puede sustentar esa posición y luego decir que esas personas ... están violando la ley", argumentó un abogado defensor, Jawad Bolous. La Fiscalía apelará el dictamen el próximo jueves. Se espera que el tribunal emita un dictamen a principios de la próxima semana, acotó Bolous.
El Ejército israelí ya sufrió un contratiempo similar ayer, cuando el tribunal ordenó la liberación de otros tres miembros de Hamás. La apelación será presentada mañana.
Leah Tzemel, una abogada israelí y activista de Derechos Humanos, que no participa en el caso, indicó que el sistema de justicia militar muy raramente disputa los casos contra los palestinos. "Creo que simplemente carecían de la evidencia necesaria y este caso ni siquiera tendría que haber comenzado", dijo.
Siete dirigentes políticos de Hamás asistieron a la sesión de hoy. La mayoría vestía uniformes marrones de prisioneros y sus piernas estaban simbólicamente encadenadas con grilletes. Uno de los diputados, Mahmud al Ramahi, gritó: "No reconocemos la autoridad de este tribunal. Somos legisladores electos. Hemos sido secuestrados".
