MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha arremetido este lunes contra el exsecretario de Estado John Kerry --en el cargo durante la Administración de Barack Obama-- por reunirse en secreto con el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohamed Javad Zarif, para intentar salvar el acuerdo nuclear firmado en 2015 por Irán y las principales potencias mundiales.
"Estados Unidos no necesita la oscura diplomacia de John Kerry, posiblemente ilegal, en lo que respecta al acuerdo de Irán, que está mal negociado. ¡Fue él quien generó este LÍO!", ha reprochado Trump a través de su cuenta oficial en la red social Twitter.
Kerry viajó a Irán hace dos semanas en un esfuerzo final para salvar el acuerdo nuclear con Irán y se reunió con Zarif en el marco de una iniciativa privada que ha incluido conversaciones con líderes internacionales y del Congreso norteamericano, según informaron fuentes próximas al encuentro al diario 'The Boston Globe'.
El encuentro, según estas fuentes, fue el segundo en otros tantos meses protagonizado por ambos diplomáticos en un intento de preservar el pacto histórico de 2015 ante la más que posible retirada de la Administración Trump el próximo 12 de mayo, fecha en la que expira la moratoria sobre las sanciones internacionales a Irán, paralizadas por el acuerdo.
De momento, el presidente estadounidense ha deslegitimado a título personal un tratado por el que, a grandes rasgos, la República Islámica se reincorpora a los mercados internacionales a cambio de despejar cualquier duda sobre la naturaleza de su programa nuclear.
Kerry también se reunió el mes pasado con el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, y ha estado hablando por teléfono con la máxima responsable diplomática de la Unión Europea, Federica Mogherini, según la fuente, que habló bajo condición de anonimato.
Kerry también se ha reunido con el presidente francés, Emmanuel Macron, tanto en París como en Nueva York, para conversar sobre los detalles de las sanciones.
De igual modo, el exsecretario de Estado ha intentado reforzar el apoyo en el Congreso. En las últimas semanas ha realizado decenas de llamadas telefónicas y ha presionado a los miembros del Congreso, incluido el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan.
