MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado este martes que mantuvo una conversación telefónica con un alto cargo de los talibán para abordar el acuerdo de paz firmado el sábado con el grupo insurgente.
"No queremos violencia. Veremos qué pasa", ha dicho, según unas declaraciones publicadas por la Casa Blanca. El acuerdo, firmado en Qatar, allana el camino para la apertura de conversaciones directas entre los talibán y el Gobierno afgano.
El portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, ha afirmado durante la jornada que Trump ha mantenido una conversación de 35 minutos con el jefe de la oficina política del grupo en Qatar, el mulá Abdul Ghani Baradar.
Así, ha publicado una transcripción de la conversación, en la que Badar pide al presidente estadounidense que "adopte medidas con determinación" para la retirada de tropas internacionales de Afgnaistán y que "no permita que nadie lleve a cabo acciones que violen los términos del acuerdo".
Muyahid ha manifestado además que Trump ha trasladado a Baradar que los talibán "luchan por su patria". La Casa Blanca no ha facilitado por el momento una transcripción de la conversación telefónica.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, anunció el lunes que había dado su aprobación al inicio de la retirada de tropas estadounidenses del país, a raíz del citado acuerdo.
Esper indicó en rueda de prensa desde el Pentágono que no tiene información sobre si el repliegue se ha iniciado "sobre el terreno", pero recordó que el acuerdo contempla que arranque en un periodo de diez días desde la firma.
Así, destacó que la retirada será "pausada" cuando se llegue a los 8.600 militares desplegados en el país asiático --en la actualidad hay alrededor de 13.000-- y se "analizará" si las partes están cumpliendo con sus compromisos.
Las palabras de Esper llegaron poco después de que la cúpula de los talibán diera orden a sus combatientes el reinicio de las operaciones contra las fuerzas de seguridad, al dar por concluidos los siete días de "reducción de la violencia", si bien resaltó que las tropas internacionales no deben ser objetivo de ataques.
