ASHGABAT, 24 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los turcomanos dieron este domingo su último adios al recientemente fallecido presidente del país, Saparmurat Niyazov, el mandatario que desde 1985 llevó las riendas de Turmenistán de forma autoritaria, bajo el culto a su personalidad.
El funeral del ex presidente reunió a una gran multitud de ciudadanos y mandatarios extranjeros de 40 países, incluidos el primer ministro ruso, Mijail Fradkov, el primer ministro ucraniano, Viktor Yanukovych, el asistente del secretario de Estado norteamericano, Richard Boucher y el vicepresidente iraní, Parviz Davoodi, quienes buscaban rendir tributo a quien ha dominado el país en las últimas dos décadas. El féretro fue depositado en el Palacio real, a cuyas puertas desfilaba una fila de simpatizantes, vestidos de luto y portando flores, que se prolongaba hasta alcanzar la plaza a pie de Palacio.
Después de tres horas, el féretro fue sellado y transportado por personal militar hasta el coche fúnebre blindado, decorado con flores, donde fue trasladado hasta su ciudad natal de Kipchak, 15 kilómetros a las afueras de la capital, acompañado por un cortejo fúnebre.
Niyazov hizo construir la mayor mezquita en Asia Central en Kipchak, conocida como "el Espíritu de Turkmenbashi" (el Espíritu del Padre de todos los Turcomanos), donde hoy su féretro, envuelto en la bandera nacional, fue depositado en el mausoleo familiar.
Niyazov estaba al frente de su país, árido y rico en recursos energéticos, desde 1985, cuando el territorio era todavía una república soviética. Tras el colapso de la Unión Soviética, conservó el control y comenzó a crear un férreo culto a su personalidad y a convertir al país en una de las ex repúblicas soviéticas más autoritarias.
Ordenó que los meses y días de la semana recibieran nombres inspirados en él y en su familia y comenzó a colocar estatuas con su imagen en todo el país. Además, escribió el 'Rujnama', Libro del Alma, lectura obligada en las escuelas, donde los niños le juraban lealtad cada mañana. Aseguraba que todo aquel que leyera su obra tres veces al día iría directo al cielo.
El presidente Nizayov, falleció el pasado jueves a los 66 años de edad tras sufrir un infarto de miocardio, tras 21 en el poder, durante los cuales creó un férreo culto a su personalidad. El primer ministro, Kurbanguli Bedymujamedov, fue nombrado su sucesor provisional, a pesar de que la Constitución establecía que tendría que serlo el presidente del Parlamento, lo que ha provocado las primeras tiranteces tras la muerte del 'Padre de todos los turcomanos', como se hacía llamar Nizayov.
Según la Carta Magna turcomana, debería haber sido nombrado sucesor provisional el presidente del Parlamento, Overzgeldy Atayev, pero el Consejo explicó que la oficina del fiscal general ha abierto una investigación criminal contra él, por lo que no puede ser nombrado presidente. Esto podría ser el preludio de una lucha por la sucesión entre grupos rivales en la Administración del país.
