ANKARA, 29 May. (EP/AP) -
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó hoy a la televisión privada NTV que espera que los Gobiernos de Estados Unidos e Irak destruyan las bases militares de los guerrilleros kurdos instaladas en el norte de Irak. "Esperamos que Estados Unidos e Irak destruyan y dispersen las bases de los terroristas allí", insistió. "Nuestras expectativas se han visto retrasadas por la parte opuesta. Tenemos que alcanzar resultados", agregó, aunque añadió que "no sería correcto elaborar un calendario". Por otra parte, el primer ministro turco no descartó una operación transfronteriza contra los rebeldes kurdos. "El objetivo es conseguir resultados. Nuestra paciencia se ha acabado. Se tomarán los pasos necesarios (para ello)", explicó, reconociendo que cuestiones técnicas, militares y diplomáticas relativas a una incursión transfronteriza están siendo analizadas.
Estados Unidos por su parte rechaza una operación militar turca en Irak por temor a que contribuya a desestabilizar la región, mientras que Ankara ya ha manifestado en reiteradas ocasiones su decepción por la postura de Washington, al alegar que muchos de los guerrilleros kurdos atacan desde bases iraquíes a soldados y al Ejecutivo en territorio turco.
Al menos siete milicianos kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, con sede en Turquía) murieron hoy en enfrentamientos armados con el Ejército turco en el sureste del país, según informaron las autoridades.
Los choques se registraron en la aldea de Eruh, en la provincia de Siir, agregaron las mismas fuentes. Ayer, un total de siete miembros del PKK perdieron la vida en el marco de una operación antiterrorista de las fuerzas de seguridad turcas en las provincias de Van (fronteriza con Irán) y Tunceli.
El PKK se alzó en armas en 1984 para exigir la independencia del Kurdistán turco. Desde entonces más de 35.000 individuos han muertos en acciones de ambos bandos que muchos analistas no han dudado en calificar de guerra civil.
La guerrilla kurda declaró una tregua unilateral el pasado octubre a instancias de su líder, Abdulá Ocalan, que cumple una cadena perpetua desde 1999. Sin embargo, el Ejército turco ha hecho oídos sordos al alto el fuego y ha continuado con sus maniobras contra el PKK.
