ANKARA, 17 Oct. (EP/AP) -
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, recibió hoy el alta del hospital en el que tuvo que ser ingresado durante más de nueve horas, después de experimentar una repentina bajada de azúcar.
Erdogan sufrió un desmayo en el hospital, aunque poco después su condición se estabilizó, según informó el doctor Tevfik Ali Kucukbas, que insistió en que el primer ministro necesita descansar más tiempo en el hospital, cosa que él rechazó, prefiriendo descansar en su casa.
A pesar de la palidez de Erdogan y con rostro cansado pudo sostener el paraguas para cubrir a su mujer, Emine, a la salida del hospital, donde saludó a los periodistas que le esperaban antes de alejarse en vehículo.
Por su parte, el doctor Kucukbas explicó que la salud del primer ministro será vigilada por sus doctores personales en los próximos días e insistió en que "por el momento, su salud está bien" y precisó que "no necesita más tratamiento", aconsejándole comer más a menudo y no cansarse demasiado.
El ministro de Exteriores turco, Abdulá Gul, señaló que la recién malestar de Erdogan fue producido por una combinación de trabajo intensivo, así como el ayuno tradicional por el mes sagrado del Ramadán. "No hay motivo de alarma. Sufre de cansancio potenciado por su fuerte programa de trabajo y por el ayuno. Todo está bajo control", explicó.
Erdogan de dirigía la Parlamento cuando se sintió indispuesto y fue llevado al hospital. Sus guardaespaldas precintaron el coche por error y el primer ministro tuvo que ser sacado del mismo rompiendo una ventana trasera. El primer ministro entró inconsciente y en camilla en el centro médico.
Asimismo, tuvo que posponerse una importante reunión del Comité de Ejecutivos de Defensa en el que previsiblemente se decidiría qué dos compañías extranjeras obtendrían 2.000 millones de dólares estadounidenses (1.570 millones de euros) a cambio del suministro a Turquía de helicópteros de combate.
