KIEV, 26 May. (EP/AP) -
El presidente ucraniano, Viktor Yushchenko, ordenó el traslado de varios millares de tropas a la capital, Kiev, pero las fuerzas afines al primer ministro, Viktor Yanukovich, impidieron su paso a las afueras de Kiev. Ambos líderes, uno pro-estadounidense y otro pro-ruso, mantienen desde hace meses al país sumido en una agria crisis política. Sin embargo, estas noticias hacen temer que el enfrentamiento, hasta ahora político, pueda convertirse en un conflicto armado.
Ivan Pliushch, presidente del Consejo de Seguridad Nacional, afirmó que el presidente ordenó el traslado de tropas para impedir la violencia en la capital, pero algunos temen que esa medida tenga justamente el efecto contrario. "Es necesario trasladar las tropas del Ministerio del Interior a la ciudad para garantizar su tranquilidad e impedir provocaciones", afirmó Pliushch, según un comunicado publicado en la página 'web' de la Presidencia.
Pliushch no especificó el número de efectivos convocados a la capital, pero el viceministro del Interior, Mijail Korniyenko afirmó que son 2.050 los agentes que se dirigían a Kiev.
A última hora de la tarde no se tenían noticias de la llegada de contingente alguno a Kiev, aunque Associated Press Television muestra imágenes de autobuses con agentes del Ministerio del Interior detenidos en las provincias del centro y el oeste del país. Nikolai Mishakin, subcomandante de las tropas del ministerio del interior, declaró a la cadena de televisión Channel 5 que las fuerzas leales a Yanukovich han impedido que casi 3.500 efectivos entraran a la capital.
Mientras, Yanukovich y Yushchenko, junto con otros dirigentes políticos, prosiguieron hoy con las negociaciones en sede presidencial para intentar superar la crisis. Encuentros anteriores concluyeron con sensibles avances.
Ambos dirigentes se encuentran radicalmente enfrentados desde el pasado mes de abril, cuando Yushchenko ordenó la disolución del Parlamento y convocó elecciones generales. La decisión de Yushchenko, tomada esta misma semana, de destituir al fiscal general, Svyatoslav Piskun, y asumir el control de los efectivos dependientes del ministerio del interior agravaron la crisis. Yanukovich, por su parte, respaldó al fiscal, que se negó a dejar su puesto.
