BRUSELAS, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Justicia e Interior de los Veintisiete tratarán de aprobar mañana, jueves, la norma que tipifica como delito en toda la UE la negación del Holocausto y la incitación a la violencia o al odio por motivos de raza, color, religión, nacionalidad u origen ético, y que prevé penas de prisión de un máximo de al menos entre uno y cinco años de prisión.
La presidencia alemana de la UE, asumiendo su "responsabilidad histórica", ha convertido en prioritaria la aprobación de esta decisión marco para combatir el racismo y la xenofobia, y ha logrado resolver la mayor parte de los problemas que han bloqueado el texto los últimos seis años, desde que la Comisión lo presentó en 2001, por lo que fuentes diplomáticas consideraron muy probable que se apruebe este jueves.
Sin embargo, todavía queda pendiente una cuestión que podría impedir el compromiso final. Los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) exigen que se considere delito también la negación o trivialización de los crímenes contra la humanidad cometidos bajo el régimen de Stalin, al mismo nivel que el Holocausto. Berlín cree que esto no debe figurar en el texto de la decisión marco, aunque está dispuesto a incluir una referencia en los considerandos o publicar una declaración aparte en aras del compromiso.
Finalmente, la norma no prohibirá símbolos específicos como las esvásticas, algo que había sido rechazado por los grupos hindúes de toda Europa que alegaron que la esvástica ha formado parte de su simbología religiosa desde 5.000 años antes de que los nazis se apropiaran de ella.
El texto final obliga a los Estados miembros a castigar la incitación pública al odio o a la violencia, incluso a través de la distribución de folletos, imágenes u otro material, "dirigida contra un grupo de personas o un miembro de este grupo definido respecto a raza, color, religión, nacionalidad u origen étnico".
También deberá penalizarse cualquier comportamiento que suponga "condenar públicamente, negar o trivializar burdamente crímenes de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra" cuando se haga con el objetivo de incitar a la violencia contra un grupo o miembro de un grupo. Fuentes diplomáticas aseguraron que la formulación del texto no cubre cuestiones como la negación del genocidio armenio, algo que preocupa a las autoridades turcas.
La decisión marco no modificará la obligación de respetar los derechos fundamentales, incluyendo la libertad de expresión y asociación. Los Estados miembros en ningún caso tendrán que modificar sus reglas constitucionales y principios fundamentales relacionados con la libertad de asociación, libertad de prensa y libertad de expresión. Tras su adopción, cada país tendrá un plazo de dos años para ajustarse a las exigencias de la norma.
AGILIZAR EL DIVORCIO
Los ministros de Justicia e Interior de la UE debatirán también una propuesta de la Comisión para agilizar el divorcio de las parejas de diferente nacionalidad y de las que viven en un Estado miembro distinto al de su país de origen mediante un fortalecimiento de la seguridad jurídica y una mayor flexibilidad a la hora de elegir la jurisdicción y el derecho nacional aplicable. Suecia es de momento el país más reticente a esta norma.
De acuerdo con los datos de Bruselas, cada año se producen en la Unión Europea 170.000 divorcios internacionales, cifra que representa el 16% del total. En los últimos años, el número se ha incrementado en todos los Estados miembros salvo Portugal y Estonia. La cuota más alta corresponde a Estonia (50%) y la más baja a Hungría (1,5%). En términos absolutos, el mayor número de divorcios internacionales se registró en Alemania (36.900 en 2004) y el más bajo en Eslovenia (256).
Los Veintisiete también tratarán de acordar una serie de directrices sobre el futuro reglamento de reconocimiento mutuo y ejecución en toda la UE de las resoluciones en materia de pensiones alimenticias.
