ESTRASBURGO (FRANCIA), 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, insistió hoy en que la ratificación del Tratado de Lisboa debe seguir adelante en los ocho Estados miembros que todavía no se han pronunciado, entre ellos España, pese al 'no' en el referéndum irlandés. Durao Barroso señaló que sólo cuando termine este proceso podrá encontrarse una solución al problema de Irlanda para que el Tratado pueda entrar en vigor.
"Consideramos que sería útil que todos los Estados miembros completen el proceso de ratificación", dijo Barroso en una comparecencia ante el pleno de la Eurocámara preparatoria de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que comienza este jueves, y cuya prioridad será intentar salvar el Tratado de Lisboa. "Cuando concluyamos tendremos las condiciones para, de manera constructiva, discutir la cuestión con nuestros amigos irlandeses en un espíritu de solidaridad", agregó.
Barroso aseguró que ésta es la posición que adoptarán los líderes de los 27 en el Consejo Europeo tras escuchar las explicaciones del primer ministro irlandés, Brian Cowen, durante la cena que los líderes europeos celebrarán mañana jueves. Insistió en que "el voto irlandés decide sobre la posición irlandesa y no puede determinar la posición de otros países" y destacó que el propio Gobierno irlandés se ha mostrado favorable a continuar con las ratificaciones.
El presidente de la Comisión admitió que encontrar una solución "llevará tiempo y esfuerzos" tanto para Irlanda como para el resto de Estados miembros. "No creo que debamos precipitarnos en una decisión prematura sobre los pasos a seguir. Debemos tomarnos tiempo para encontrar un consenso real y ver qué es posible para Irlanda. Pero tampoco debemos tardar demasiado", señaló, recordando que la Eurocámara reclama que el Tratado entre en vigor antes de las elecciones europeas de junio de 2009.
Barroso dijo que Irlanda "tiene la responsabilidad de contribuir a encontrar una solución", pero agregó que el resto de países deben mostrar "solidaridad". Asimismo, arremetió contra los Gobiernos que utilizan a la UE como "chivo expiatorio" de sus problemas y luego piden a sus ciudadanos que voten a favor de un Tratado. Finalmente, resaltó que la UE no debe caer de nuevo en el "pesimismo" o en la "parálisis" sino continuar con sus políticas.
El presidente de la Comisión rechazó la petición formulada por el presidente del grupo socialista europeo, Martin Schulz, de que destituya al comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy, por las declaraciones que hizo durante la campaña asegurando que no había leído el Tratado de Lisboa. Barros admitió que las declaraciones de McCreevy no fueron afortunadas pero dijo que tampoco los políticos irlandeses de todos los partidos contribuyeron positivamente a los resultados del referéndum.