BRUSELAS, 8 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea decidió hoy abrir una investigación en profundidad para disipar sus "serias dudas" sobre los posibles efectos perversos para la competencia, sobre la concentración que provocará en el sector y en las tarifas de los derechos de autor que tendría compra de la discográfica de la alemana Bertelsmann Music Group (BMG) propuesta por la estadounidense Universal, propiedad de la compañía francesa Vivendi.
La investigación se desarrollará durante un periodo de 90 días -hasta el 27 de abril de 2007_al término del cual Bruselas deberá decidir si "la operación propuesta impediría significativamente la competencia efectiva" en el mercado europeo de la industria musical, "ya de por si concentrado", explicó en un comunicado.
Universal es un "actor principal" dentro del negocio de la grabación y edición musical y el objeto de la adquisición que propone son las actividades editoras de música de BMG, que abarcan todo el mundo, y cuya compra notificó a la Comisión el pasado 3 de noviembre.
Los editores musicales, como son estas dos compañías, explotan los derechos de autor de los autores de canciones y canciones en su nombre mediante la concesión de licencias a los usuarios de música, por ejemplo para grabar, conciertos y actuaciones de televisión y radio o para su inserción en anuncios y bandas sonoras de películas.
La Comisión indicó que Universal y BMG son dos de las cinco compañías que, junto con EMI, Warner y Sony, detentan la principal cuota de este mercado, mientras que el resto se reparte entre un gran número de pequeños competidores.
En este sentido, Bruselas constata que después de la adquisición propuesta la compañía resultante "se convertiría en el mayor editor de música" del mercado europeo y el objetivo de la investigación en profundidad que lanzó este viernes será determinar si "la posición de liderazgo de Universal podría tener un impacto negativo en los honorarios por derechos de edición o en las condiciones para los autores de canciones" en toda Europa o en países individuales, algo en lo que la Comisión se comprometió a tener también en cuenta el papel y la posición de las sociedades de gestión colectiva.
