A pesar de las diferencias entre los Estados miembros, la Presidencia y la CE confían en cerrar un acuerdo en diciembre
LUXEMBURGO, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
La comisaria de Agricultura, Mariann Fischer Boel, se mostró hoy "abierta" y "flexible" a discutir con los Estados miembros las medidas que podría financiar cada uno de ellos con sus sobres nacionales en la reforma del sector de vino, de la que, sin embargo, descartó mantener las subvenciones para la destilación crisis o paralizar la liberalización de los derechos de plantación, prevista para 2014.
Los ministros europeos volvieron a debatir este lunes sobre la reforma de la organización común del mercado (OCM) del vino en un Consejo de Agricultura y Pesca, al término del cual Fischer Boel dijo que "tenemos ante nosotros las distintas piezas pero no podemos hacer el puzzle", aunque aseguró que "hace falta que (la reforma) sea este año" y que "no hay razón para retrasar el acuerdo".
Fuentes del Consejo de la UE indicaron que hoy hubo acuerdo en el "principio" de la existencia de los denominados "sobres nacionales", un menú de medidas en el que cada Gobierno europeo podrá incluir las que considere más oportuna para su sector. Queda por definir el montante financiero de este instrumento.
Sin embargo, fuentes de la Comisión Europea afirmaron que la posibilidad de que los Estados miembros decidan financiar con este dinero la destilación de crisis está "absolutamente fuera" de cuestión.
Fischer Boel sí se mostró más "flexibles" en rueda de prensa "a eventuales soluciones" como el arranque. "Si hay una petición de revisar a la baja el periodo de cinco años se puede discutir", dijo, igual que estaría dispuesta a hacer si se pide una revisión a la baja en la cifra de 200.000 hectáreas de arranque. "Las cifras o el número de años no es el punto clave, hay regiones donde creo que estas medidas serán bienvenidas", consideró.
Sobre lo que sí se mostró más tajante es sobre la liberalización de las plantaciones con la supresión de los derechos para 2014. Recordó que este sistema tendrá que terminar en 2010 y que "todos los Estados miembros productores ganarían encontrando una solución sobre algo que de todas formas se va a acabar en 2010".
PLANTACIÓN Y DESTILACIÓN
Precisamente las ayudas a la destilación y el mantenimiento de los derechos de plantación son los dos aspectos que más defendió hoy en rueda de prensa el ministro de Agricultura y Pesca de Francia, Michel Barnier, que aseguró que "no aceptaremos la desregularización" de las plantaciones y apostó también por "preservar la destilación de crisis, financiada en sobres nacionales de cada país".
España también defiende que la ayuda a la destilación se puedan incluir en los sobres nacionales y que la reforma contemple una transición en la que se pueda otorgar pagos directos a los agricultores para ayudarles a adaptarse, tal y como se hizo en la reforma de las frutas y hortalizas.
La ministra española, Elena Espinosa, reclamó algo similar como el "traje a medida" que se ha hecho para cada producto hortofrutícola destinado a la transformación. "En el caso del vino haríamos lo mismo. Nosotros tenemos vino, tenemos mosto, tenemos alcoholes para uso de boca y es lo que nos daría margen de poder para trabajar dentro de España", dijo en rueda de prensa.
Un elemento que, sin embargo, se ha convertido en uno de los más difíciles en la negociación es la práctica consistente en el enriquecimiento del vino con azúcar, la denominada chaptalización que emplean los países del norte de Europa.
Fuentes del Consejo de la UE subrayaron que, igual que la inclusión de la destilación como uno de los elementos a financiar en los sobres nacionales está en debate, la chaptalización ni siquiera se ha mencionado debido a la oposición de los países que la defiendan a que ésta desaparezca. Añadieron que, por ejemplo, Alemania tiene un mandato de su parlamento para no permitir su eliminación, lo que hace que no tenga "margen de maniobra".
Barnier indicó que Francia "mantiene una posición intermedia, equilibrada" sobre una técnica que utilizan sus regiones del norte pero no las del sur. Reclamó, no obstante, un "compromiso que no renuncie a la chaptalización" y aseguró que "hay medidas técnicas que permiten reducir los márgenes de enriquecimiento". ACUERDO EN DICIEMBRE
A pesar de que las mismas fuentes subrayaron que las negociaciones no avanzan al ritmo que sería deseable, tanto la Presidencia portuguesa de la UE, como la Comisión Europea auguraron hoy que el diciembre los ministros serán capaces de llegar a un acuerdo.
El ministro portugués de Agricultura y presidente del Consejo, Jaime Silva, explicó que se va a acelerar el ritmo de los trabajos técnicos, de manera que, según indicaron las fuentes del Consejo, se lime el mayor número de aspectos posibles a nivel técnico para que los ministros no tengan que decidir sobre "tres o cuatro cuestiones" en el Consejo de noviembre.
En esta ocasión, la Presidencia dará comienzo a las reuniones trilaterales con la Comisión y cada uno de los Estados miembros que tengan más dificultades para dar su acuerdo y se cuenta también con poder presentar un texto de compromiso con el que poder perfilar el acuerdo.
Espinosa, que a su llegada esta mañana al Consejo dudó si habría acuerdo a final de año, al término de la reunión declaró que "ante la situación de hoy yo creo que podríamos hablar de un acuerdo político en el mes de diciembre", aunque admitió que "a fecha de hoy las posturas siguen todavía muy abiertas".
Más crítico, el ministro francés manifestó que "la Comisión tiene que moverse si quiere un acuerdo en diciembre, tiene que presentar una propuesta de compromiso razonable y escuchar a los Estados miembros".
Después de un eventual acuerdo político en el mes de diciembre será preciso elaborar los reglamentos para la aplicación de la reforma, lo que podría hacer que ésta no entre en vigor hasta finales de 2008.
