BRUSELAS, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea no ve razones para suprimir la exigencia impuesta por la legislación comunitaria de que los intermediarios financieros suscriban un seguro de responsabilidad profesional para hacer frente a las posibles demandas por daños y perjuicios de sus clientes.
Este tipo de seguros está destinado a cubrir, íntegra o parcialmente, los importes que los profesionales deban abonar a terceros en concepto de daños y perjuicios, o como consecuencia de conciliaciones pactadas, o como indemnización por las pérdidas derivadas de acciones, errores u omisiones cometidos por esos profesionales en el ejercicio de sus actividades.
La normativa comunitaria dispone que todos los intermediarios financieros y de seguros deben disponer de este tipo de seguro como requisito necesario para la prestación de servicios.
En un informe hecho público este jueves por el Ejecutivo comunitario se señala que, de acuerdo con la información facilitada por los Estados miembros y los interesados, "las razones que motivaron las obligaciones de seguro de responsabilidad profesional impuestas por la legislación comunitaria siguen siendo válidas, y no existen indicios suficientes de que esas obligaciones ya no resulten adecuadas".
"Sobre la base de los elementos disponibles, deberíamos mantener las obligaciones existentes en materia de seguros de responsabilidad civil. No obstante, como es demasiado pronto para proceder a una evaluación completa, continuaremos vigilando la situación", declaró el comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy.
La UE concibe las obligaciones de seguro de responsabilidad profesional como una medida de protección del consumidor, ya que permiten garantizar que las reclamaciones de los clientes contra una empresa de inversión o un intermediario financiero puedan verse satisfechas en aquellos casos en que los ingresos o el capital de éstos no basten para hacer frente a su responsabilidad.
También considera que constituyen un importante instrumento de regulación, ya que permiten a las empresas de inversión desarrollar ciertas actividades con una base de capital relativamente baja.
