BRUSELAS/WASHINGTON, 24 Feb. (Reuters/EP) -
La Unión Europea y Estados Unidos han recibido con preocupación el último informe de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) sobre Irán, en el que vuelven a plasmarse las dudas sobre la naturaleza de su programa nuclear, y han instado a la República Islámica a que acredite los fines supuestamente pacíficos de su industria.
La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de los Veintisiete, Catherine Ashton, que también ejerce como representante del denominado grupo 5+1 --Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania--, ha admitido a través de una portavoz que las conclusiones de la AIEA "contribuyen a aumentar las preocupaciones sobre la naturaleza exclusivamente pacífica del programa nuclear iraní".
"Lamentamos que Irán no haya cooperado plenamente con los esfuerzos de la AIEA", ha expresado en una nota la portavoz de Ashton, Maja Kocijanic, que ha insistido en que siguen en el aire las "posibles dimensiones militares" de la industria iraní. "Irán tiene que resolver todas las preocupaciones y fomentar la confianza en la naturaleza de su programa", ha añadido.
Por su parte, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tommy Vietor, se ha referido a la parte del informe que recoge las crecientes actividades de enriquecimiento de uranio en Irán y ha recordado que suponen una violación de las resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
"Cuando se combinan con su continuo entorpecimiento de las inspecciones, las acciones de Irán demuestran por qué no ha logrado convencer a la comunidad internacional de que su programa nuclear es pacífico", ha aseverado Vietor en un comunicado.
